Alba
Salí del baño de mi habitación y alguien llamó a la puerta.
-Pasa -dije, sentándome en el borde de la cama. Natalia entró sonriendo con una mochila colgada de su hombro iquierdo-. Hola, Nat.
-María me ha dicho que podía empezar a traer mis cosas aquí.
-¿Pero ella ya ha vaciado su armario? -pregunté.
-Me ha dicho que podía dejar sus cosas encima de mi cama. Bueno, de su cama ahora -rió.
-Qué mujer... ¿Quieres que te ayude?
-No hace falta, rubia, que estás mala.
-Da igual, que me aburro.
-Si quieres...
Empezamos a vaciar la parte del armario de María y, cuando acabamos de llevar todo a su nueva habitación, la ayudé a colocar sus cosas.
-¿Eres de las que se duchan por la noche o por la mañana? -pregunté, mientras cogía una percha para colgar una sudadera negra. Ella se me quedó mirando con cara de no entender-. ¿Qué? Si vamos a compartir habitación tendré que saber un par de cosas, ¿No?
Natalia soltó una carcajada mientras guardaba unos calcetines en un cajón.
-Normalmente me ducho por la mañana. ¿Tú?
-Yo también. Y... ¿Qué lado prefieres de la cama? -pregunté.
-Pues no sé... Nunca he compartido cama. ¿En qué lado quieres dormir tú?
-Prefiero en la izquierda. ¿Te importa? -Natalia negó. Yo intenté abrir la cremallera de una chaqueta para colgarla, pero estaba atascada. Ella soltó una carcajada sonora-. ¿De qué te ries?
-De ti. Me hace gracia tu lengua -miré hacia abajo, avergonzada, porque no podía evitar sacarla cuando hacia algo que requería algún tipo de esfuerzo. Natalia cerró un cajón y se acercó a mí-. Eres adorable.
Cogió mis mejillas y me dio un beso en la cabeza, antes de abrazarme.
-Anda, trae -dijo, cogiendo la chaqueta que tenía entre mis manos y bajando la cremallera-. Ya está. Tampoco era tan difícil -sacó la lengua, burlona.
-Chicas -Sabela asomó la cabeza por la puerta entreabierta-, ¿Venís a cenar?
-Ahora vamos -dijo Natalia. Sabela salió y Natalia me tiró un sujetador y lo cogí al vuelo-. Venga, pitufo, a cenar, ya hablaremos por la noche.
-¡Tías! -chilló María en cuantro entramos al comedor-. Viene Vicky a dormir. Así que no entréis sin avisar -levantó los pulgares de las dos manos-. Así nos ahorramos momentos incómodos -alzó la vista hacia Natalia y hacia a mí, fulminándonos con la mirada. Yo no entendí a qué venía eso, pero lo dejé pasar, teniendo en cuenta la conversación de hacía unas horas-. ¡Hoy estreno mi nueva cama!
-Pero dejadme dormir, eh, que mañana tengo examen y, no veas, tío, qué difícil -advirtió Marta.
-Intentaré ser silenciosa -todas reímos y seguimos cenando tranquilamente.
- - -
Por la noche, mis amigas decidieron jugar a las cartas, pero a mí no me apetecía mucho así que me dispuse a hacer un trabajo de Historia del arte que tenía que entregar la semana siguiente. Marta también se fue a su habitación a estudiar.
Estuve un rato intentando concentrarme en el documento en blanco que tenía delante, en el ordenador, mientras escuchaba los gritos de Julia, María, Sabela y Natalia. Pero mi mente estaba centrada en otra cosa.
ESTÁS LEYENDO
Etéreo - Albalia
FanficHistoria ficticia en la que una chica llamada Natalia se muda con sus tíos a Madrid hasta que conoce a María, una chica que le ofrece la oportunidad de ir a vivir con ella y sus cuatro compañeras de piso. Entre esas amigas se encuentra a Alba Reche...