Natalia
El tren frenó a mi izquierda, y un cúmulo de gente empezó a descender de él.
Entre la multitud distinguí a una rubia bajita que cargaba con una mochila y un objeto bastante grande que no logré identificar.
-¡Alba! -chillé. Alcé mi brazo para que me viera pero no funcionó-. ¡Albi! -repetí. Esta vez pareció escucharme ya que levantó la vista y se dirigió a paso rápido hacia mí.
Cuando llegó, dejó el objeto, que como pude comprobar, era un transportín, en el suelo y me abrazó con fuerza.
-Hola Nat... -sostuve su pequeño cuerpo entre mis brazos y ella se alejó un poco y me cogió de las mejillas. Miró a nuestro alrededor para asegurarse de que no venía nadie conmigo y me dio un tierno besito en los labios-. Te he echado de menos.
-Yo también... ¿Qué traes ahí?
-Pues traigo a mi bebé -la miré con una mueca interrogante y ella sonrió-. Queen.
-¡No me digas que al final sí que se viene a vivir con nosotras! -me agaché y observé a la gatita gris que asomaba por la rendija del transportín.
-Pues sí, he convencido a mi madre -explicó, feliz.
-¡Qué bien! Me acuerdo de que María me comentó que a lo mejor venía, pero no me lo esperaba hoy.
-Pero... ¿Te parece bien? -inquirió, poniéndose seria de repente.
-¡Claro! Si llevo diciéndote que quiero conocerla toda la vida...
-Ah, ¿que nos conocemos de toda la vida y yo no lo sabía?
-Anda, tonta -dije, incorporándome y cogiéndola de la mano-, vamos a casa que son las siete y a las nueve tienes que cantar, que es domingo, ¿no?
-Sí... Menos mal que tengo confianza con los padres de Vicky y me han dejado estos días libres... Les debo una, porque estos días me han venido de maravilla -cogió a su gata y ambas empezamos a andar hacia casa.
-Qué guay... Buah, yo quiero ver Valencia.
-Pues a la próxima te vienes.
-¿En serio?
-Si quieres, sí.
-¡Sí!
Me moría de ganas de ver su tierra.
Seguimos caminando de la mano hasta casa. Había extrañado esos pocos días abrazarla y estar con ella a solas, así que el camino se me hizo muy corto mientras me explicaba su fin de semana.
- - -
-¡Pero si es súper cariñosa esta gata! -Sabela le hacía caricias a Queen, que estaba en su regazo medio dormida.
Alba, que estaba poniendo la cama del pequeño animal en un rincón del salón, se giró y asintió con la cabeza.
-Es la mejor del mundo.
-¡Es tan bonita! -exclamó María.
Yo contemplaba la escena desde un lado del sofá, admirando la sonrisa de Alba. Estaba muy contenta y eso se reflejaba en su rostro y me lo contagiaba a mí.
-Nat, ¿Me ayudas un momento? -Alba estaba entrando en nuestra habitación y, sin pensármelo mucho y sin hacer caso de las miradas curiosas de mis amigas la seguí y cerré la puerta detrás de mí.
-¿Qué pasa? -pregunté, acercándome a ella despacio.
-Nada... -murmuró, bajito-. Que me apetece tumbarme aquí un ratito contigo antes de ir al bar -se sonrojó un poquito y se sentó en la cama.
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Etéreo - Albalia
FanficHistoria ficticia en la que una chica llamada Natalia se muda con sus tíos a Madrid hasta que conoce a María, una chica que le ofrece la oportunidad de ir a vivir con ella y sus cuatro compañeras de piso. Entre esas amigas se encuentra a Alba Reche...