Saga: Las Crónicas Mágicas I (Editándose)

Brujas - Capitulo 24: Ambos Bandos

Capitulo 24: Ambos Bandos

         —Perdón —dije avergonzada.

         Podía sentir como las mejillas me ardían, no podía creer lo que había hecho.

         — ¿Por qué pides perdón?

         Pierre tenía esa sonrisa en su rostro, y yo que no sabia que decir o hacer.

         —Fue un error, perdón. Solo que no se ya que hacer. Por favor, no podre evitar pensar que fue mi culpa.

         — ¿Qué se supone que haga hermosa? ¿Ser quien te escolte al altar? —sonrió.

         —En realidad, pensaba en pedírselo a Elliot o a Henry —musité mirando sus zapatos, sencillamente no me daba la cara para mirar lo a los ojos.    Él puso su mano en mi mentón obligándome a levantar la vista, intento volver a besarme pero yo lo detuve.

         —No, no puedo. Pierre, lo lamento.

         —Me estas volviendo loco, ¿Lo sabes, no? —río Pierre poniendo sus manos en mi cintura.

         —Ya, déjame. No es correcto, amo a Charles. Lamento que así sea pero es como es.

         —Pero me besaste a mí. Y cuando estabas conmigo, lo besabas a él. Parece que es un vicio tuyo —sonrió intentando de nuevo besarme.

         —Ya, Pierre. Déjalo así, por favor —musité caminando de vuelta hacia el castillo.

         Pierre me siguió, tenia el mismo paso veloz que yo, en mi cabeza solo podía rogar que no dijera nada, mucho menos a Charles.

         —Tengo que decirte algo más.

         —Te escucho —musité con una mano en mi frente.

         —Te ruborizaste —musitó sujetándome por la cintura con fuerza.

         —Ya, dime.

         Si, claro que estaba ruborizada, tenía más que motivos para estarlo.

         Pierre no me hablaba solo mantenía esa sonrisa y esa mirada que me hacia sentir tan incomoda, porque para el ese beso significo mucho, para mi fue solo un acto desesperado para que reaccionara.

         —La chica, que prácticamente para ustedes. Seneca incluido. Es un prodigio, Vladimir la quiere matar, cuídenla porque planea enviarme con Calicia.

—   ¿Cómo dices algo así? Tan a lo liviano —gruñí molesta.

         —Soy de ambos bandos —río el chico como si lo que hiciera no fuera tan grave después de todo.

         —No es divertido —le proteste.

         —Creí  que pensabas que era divertido, atractivo, sexi —el sigue intentando besarme y me tiene presa por la cintura.

         —Déjame, nos pueden ver —protesto empujándolo y echando a correr.

         —La vista de atrás es hermosa —me gritó y yo solté una risita tonta.

         Antes de entrar al balcón quise abrir la puerta para que Pierre me dejara en paz de una vez pero Seneca apareció por allí.

         —Hazte a un lado —le gruñí ya que el rubio se había parado en la puerta y no dejaba paso.