Imagen de portada: hubo dos importantes batallas surgidas en el territorio japonés contra Estados Unidos: Batalla de Imo Jima y la Batalla de Okinawa. Ambas son consideradas como las más sangrientas y terribles en violación de Derechos Humanos entre civiles y militares en toda la Segunda Guerra Mundial. La totalidad de los fallecidos supera el cuarto de millón. La primera batalla (la de la imagen titulada Rising the Flag on Imo Jima) duró de febrero a marzo de 1945 y la segunda batalla fue combatida desde principios de abril a mediados de junio de 1945.
*
La tierra era arrasada por las plantas de las sandalias de Ash y Lao, con pasos pesados, dirigiéndose hacia el río para que estadounidense se lavara la sangre que salpicó sobre rostro y manos.
No se dirigieron la palabra en ningún momento. Ambos aún estaban en un shock nervioso, más Lao que Ash.
Cada minuto que pasaba, Ash todavía pensaba en la fosa clandestina que descubrieron por accidente. Con mucha fuerza de voluntad suprimió rezongar y reír a carcajadas por la locura tras percatarse, con conclusiones rebuscadas aún para la propia mente de Ash, que él dirigió a Lao a ese lugar desolado para enterrar al infeliz asesino de esos niños. Ese asesino también pensó en abandonar los cuerpos de sus víctimas, tal y como Ash lo hizo, en ese mismo lugar. Ambos pensaron igual. Fue como si ellos se sincronizaron en hacer tal vil hazaña. Aunque, por supuesto, ¿Ellos eran asesinos, no? La perfecta personificación del personaje, que le quedaban anillo al dedo.
Cuando llegaron a la cueva, fueron recibidos por miradas contrariadas de los demás. Con respiraciones profundas y extremidades rígidas, Shorter y Nadia corrieron hacia ellos.
— ¡Ash! ¡¿Qué pasó?! — sacudió Shorter a Ash, exigiendo respuestas.
— ¡Lao! ¡¿Qué tienen?! ¡¿Qué fue lo que vieron?! — Nadia estaba exaltada.
El semblante abatidos de los aludidos fue notorio y no lo trataron de ocultar. Claramente irradiaban el horror reflejado en sus ojos.
No fue hasta que Ash observó a Eiji arrastrándose hacia la entrada de la cueva. Sing aún estaba enfermo, pero no le impidió sentarse y ver desde donde estaba la escena que se estaba armando.
— Eiji.— Ash dejó atrás a los demás y trotó hacia él. — No Eiji, no te arrastres. Te lastimaras más. — emitió sus palabras cargadas de angustia mientras estabilizaba al japonés, poniendo sus manos sobre sus brazos. — No seas terco.
Eiji se puso triste de inmediato. Hizo caso omiso el regaño del rubio, sin poder quitarse de su mente su preocupación hacia él. — Ash, escuché gritos... todos los escuchamos... — explicó Eiji con voz aguda. — Luego ustedes se tardaron... ¿Qué sucedió allá?
Lao abrió la boca y tardó en hablar, sorprendido a todos, incluso al mismísimo Ash. — No pasó nada malo... sólo nos encontramos con una puta bestia. — el chino remarcó las últimas palabras con enojo. Cerró fuertemente sus ojos y se encaminó a la cueva. — Iré a descansar...
Estupefactos, Nadia y Shorter lo siguieron con la mirada mientras que Lao se arropaba al lado de Sing. El adolescente también se mostraba desubicado sin tener idea qué hacer.
— ¿Ash?
El rubio se sobresaltó al apreciar la suave voz de Eiji. Lo observó sorprendido, visualizando que todavía permanecía la preocupación latente dibujada en el rostro del japonés.
Aún así, Ash esbozó una sonrisa. — Lao ya lo dijo. No hay peligro por el momento... nos encargamos del asunto. Ya no será problema.
Eiji levantó ambas cejas y párpados gradualmente y jadeó levemente. Tras esas palabras entonadas de la boca de Ash, Eiji podía decir que Ash estaba mintiendo. Las dijo muy calmadamente, claro ejemplo de que él estaba ocultando algo.
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Extranjeros
Historical Fiction¡FINALIZADA! El piloto aviador Aslan Jade Callenreese alias Ash Lynx tras un ataque sorpresa área y naval por parte de los japoneses en plena Segunda Guerra Mundial, naufragó y quedó varado en Izumo, Japón. Al ser rescatado por un extraño japones ju...