Historias de Hadas: Amour Gardienne [Eldarya]

#12

-Ykhar, en cuanto a las misiones de transcripción... ¿Ya le preguntaste a Miiko sobre cuando me enviará a Alejandría?- preguntó Hela mientras leía, escribía y organizaba libros en la biblioteca.

-Si, dijo que esperemos un poco a que lleguen Aleen y Liz- le respondió mientras escribía en un pergamino- de todas formas muchas gracias por toda tu ayuda, me alegra tener a alguien capaz y con conocimientos de la tierra-

-También está Gardienne, ella también es de la tierra, así que no dudes en preguntarle cosas cuando yo no esté- dijo Hela mientras mordisqueaba un bolígrafo distinto a los de las otras veces.

-¡¿Será posible?!- exclamó Ykhar, y Hela (que apenas estaba acostumbrándose a esos arranques nerviosos que le daban a Ykhar) alzó la mirada hacia la brownie. Ella la estaba mirando con un gesto de sorpresa exagerada- ¿Estas celosa de tu... De Gardienne? Pero si tú le habías pedido a Miiko que no querías que se te mencionara en los anuncios porque ya eso sería destacar demasiado y... Y que eso les traería problemas a todos, muchos mas que si sólo creyeran que Gardienne es la única humana aquí. Aunque cuando se te mencionó parecías un poco alegre (realmente no te entiendo la mayor parte del tiempo) ¿Quizá estés un poco celosa de la atención que se le está dando a Gardienne? ¡No lo había pensado! Aunque tampoco parecería algo propio de ti, ay lo siento Hela- Ykhar dijo todo esto de la manera mas rápida y atropellada posible, incluso se había quedado sin aire.

-No- respondió Hela automáticamente, entonces empezó a reir y se recompuso lo más rápido que pudo- eso fue divertido Ykhar. Es cierto que me sentí un poco feliz, pero es sólo porque de verdad parecen ser buenas personas y me... Er... Conmovió el momento. No creas que me es fácil hacer amistades superficiales o profundas, así que pues... Ah, no importa. No son celos, respira, no te preocupes. ¿Y cuántas veces tengo que repetirte que te relajes? No es bueno para el corazón de nadie ir tan estresado- Hela le había dado la espalda a Ykhar para encargarse de unos libros y también para ocultar lo sonrojadas que debía tener las mejillas.

-Menos mal- Ykhar suspiró con alivio y empezó a apretar una suave pelotita que le había regalado Hela para que se tranquilizara un poco, la quería mucho y cada vez que pensaba en el día en que ella se tendría que ir, se sentía un poco triste; pero también se sentía mal por no poder decirle la verdad sobre Gardienne -buenas personas... Ay, si supiera- pensó. Pero dejando pensamientos tristes y sentimentales de lado, Hela tenía razón ¿Cuántas veces le había dicho que se tomara las cosas con calma? Y no era la única que se lo había dicho, incluso Ewelïn se lo había reclamado en alguna ocasión.

-Ykhar, mañana al alba haremos yoga o tai chi, ya veremos. Nos vemos en la fuente de música así que duerme temprano hoy. Ah y lleva una muda de ropa ¿Entendido?- dijo Hela mientras abandonaba la biblioteca.

-¿Qué acaba de...?- Ykhar se quedó inmóvil, con la boca abierta

-¿Ykhar? ¿Pasó algo?- preguntó Arthur al entrar, junto a él Keroshane también la miró confundido.

-¡Me copió! ¡Esa es mi técnica y la usó en mi contra!- chilló Ykhar. Kero y Arthur entendieron un poco la situación y empezaron a reír.

-Hela es la que acaba de salir así que ¿Te dio tu propia medicina?- preguntó Arthur y siguieron riendo, entonces Ykhar negó con la cabeza -Se dice "una cucharada de tu propia medicina" y si, lo hizo- dijo Ykhar empezando a reír también.

-Por cierto, ¿Ya le diste su asignación a Gardienne? Sería divertido que eligiera trabajar con nosotros y ver como interactúa con Hela- dijo Arthur aún con buen humor, pero Ykhar y Kero no parecieron verlo tan gracioso.

-¡Oh, gracias por recordármelo!- dijo Ykhar, rompiendo el ambiente tenso que se había creado y le entrega dos rollos de pergamino a Mejnar- Recoge estas cosas por mi- le señala un pergamino- y el otro se lo das a Ewelïn. Yo tengo que buscar a Gardienne y luego Kero, me vas ayudar con...- salió corriendo.