Historias de Hadas: Amour Gardienne [Eldarya]

#16: Bajo ataque ☆

-Los chimichimitos estaban bailando el coro corito tamboré que baile la...- canturreó Hela mientras llevaba a unos pequeños al interior del cuartel general. Los niños se quedaron en silencio mientras se agarraban a Hela desde que había empezado a cantar algo al azar y a aplaudir en acompañamiento.

-Das miedo- dijo Ezarel cuando ella llegó con los niños- pensé que no te agradaban los niños... Pero pobres, se tuvieron que aguantar tus canciones extrañas de la tierra por todo el camino-

-Si... Yo tampoco me hacía esa imagen de ella- dijo Arthur, junto a una anciana a la que había ayudado a evacuar

-Me agradan cuando oyen en silencio lo que canto- le dijo ella a él, al tiempo que un pequeño bajaba de sus hombros y otro le sacaba la lengua a Ezarel. 

-Gracias por traernos, señorita- dijo uno de los pequeños, con los ojos llorosos.

-De nada- dijo Hela en un tono medio dulce que a Ezarel le agradó y a Arthur le dio grima.

-Bueno, Hela, tengo que ir a reunirme con los demás y con Miiko. Nos vemos- el elfo le guiñó un ojo a Hela, le sacó la legua al niño que le estaba haciendo muecas raras y se marchó. La chica y Arthur rieron.

Al fin habían evacuado los alrededores y Miiko había hecho entrar a todos a la seguridad de sala del cristal, pero la gente no estaba lo que se llamase contenta; había pánico y la moral estaba baja, claro y como no, si recién estaban teniendo una festividad para alzar el ánimo. Ezarel se retiró junto con los otros jefes y Leiftan, así que Mejnar pasó a quedarse junto a Hela, Arthur, Ykhar y Kero. El encanto de Aleen sirvió para calmar a varios que empezaban a tener ataques de nervios o de ansiedad, así que Ewelïn estaba junto a ella cuidando de las personas heridas.

Entonces, Miiko anunció que saldría junto con Gardienne a dar una vuelta para verificar que los familiares estuviesen a salvo... Otro mal presentimiento para Hela. Las conversaciones allí eran bastante nerviosas y se notaba que hacían lo posible por ser positivos, al tiempo, Valarian y Hestia se unieron al grupo en el que estaba Hela, incluso Chrome pasó un momento y luego se marchó de vuelta con el grupo con el que estaba antes. Todos podían oír detonaciones afuera de las paredes del CG, pero hubo una que fue más fuerte que las demás.

-¡El daemon, Hela! ¡Que no se encuentren el daemon y ella!- dijo una voz fantasmal en la cabeza de Hela, lo que hizo que a ésta le diera un repentino mareo. Se preguntó de quién debería alejar al daemon y ¿Quién era el daemon? Lo había estado buscando desde hacía un tiempo y no lo encontraba.

-¿Te pasa algo?- le preguntó Hestia a Hela, su voz tranquila y suave logró evitar alarma en los chicos.

-No, no, sólo un mareo- dijo Hela con un ademán de calma, para que le restaran atención- aunque creo que el cristal está mas brillante ahora- dijo Hela y todos fruncieron el ceño.

-¿Sólo un mareo? ¡Hela! Yo... ¡Mejor te llevo con Ewelïn!- dijo Ykhar y se la llevó a toda prisa, muy propio de la brownie.

Ewelïn les dijo que lo más seguro era que Hela tuviese la presión baja.
Mientras Ykhar cuidaba de Hela (aún con las protestas de ésta), Ezarel entró apresuradamente a la sala y se llevó a Ewelïn con él, no sin antes burlarse un poco de Hela y cerciorarse de que sus reacciones estaban bien.

Lo siguiente que pasó es que Miiko entró a la sala de cristal, con malas noticias y sumamente agotada. A mitad de su discurso, llegó a su límite de cansancio y cayó al suelo; esto no hizo sino empeorar el estado de ánimo de todos los faerys que iban pasando al desespero desde que vieron a Miiko entrar en tan mal estado.