Historias de Hadas: Amour Gardienne [Eldarya]

30. Dragones✩

Al parecer, una novata con las runas y un miembro de la guardia con conocimiento medio en ello, eran suficientes para escapar de los maleficios del cúmulo de almas vengativas; aunque a Hela le pareció que tuvo algo de ayuda la de Hermes porque pese a estar corriendo sin mirar muy bien el camino, no se perdieron. Hela agradeció por eso.

El atardecer los había atrapado a mitad de un bosque en donde Aleen reveló que pronto darían con una de las zonas reacias a aceptar humanos, así que alguien debía quedarse con Hela, ya que era necesario ir por el navío que Leiftan había preparado.

-¿Quieres que confiemos en algo que preparó Leiftan? Aleen, estas más loca de lo que pensé-

-Nunca vi que actuara contra Lance, pero esta vez... Me dijo que hiciera lo que quisiera, que tenía todo su apoyo si deseaba salvar a Hela e incluso me dio instrucciones de donde parar para conseguir lo necesario para el viaje-

-Ah, ya me parecía extraño que nos alejáramos del mar- murmuró Mejnar.

-Es cierto que es complicado confiar en él ahora... Pero Miiko no nos había dicho si ya había contratado algún barco para el viaje y usualmente Leiftan es uno de los que está a cargo de esas cosas. Además quizás él no se ha enterado que descubrimos su verdadera identidad- Vladd suspiró.

-De hecho, no es complicado confiar en él. Como ama a Gardi, si me ayuda, probablemente sea por no ponerla triste, además de que quizás esté pensando que mantenerme lejos del CG es mejor. Premio doble.- dijo Hela casualmente. Mejnar y Aleen asintieron de acuerdo con eso.

-¿Le gusta Gardienne?- Vladd estaba un poco sorprendido.

-Era obvio, cariño- dijo Aleen entre un suspiro- Ahora, la ruta que tomaremos es...-

A regañadientes, Mejnar y Vladd decidieron confiar en Aleen y es que tampoco tenían mejores alternativas.

El elegido para quedarse con Hela había sido Mejnar, porque no era muy buena idea dejarla con un vampiro después de las cosas que le habían pasado; incluso ella misma había estado alejándose de forma inconsciente de Vladd y éste parecía hacer lo mismo.

Aleen y Vladd no tuvieron que caminar mucho para encontrarse con un pequeño pueblo, en donde de inmediato un sátiro con cara de pocos amigos salió a recibirlos. Él resultaba ser uno de los aliados de Leiftan que operaba de forma clandestina, se especializaba en conseguir los materiales que Leiftan le pidiera. Después de conducirlos a una cabaña un poco alejado del pueblo, les comentó que le había costado reunir las cosas para el viaje en barco en tan poco tiempo, y en si, el barco fue casi un milagro que lo consiguiera. Se quejó de que Lance estaba pidiendo cosas que no sabía si Leiftan había aprobado y Vladd supo lo fracturada que estaba esa alianza... Probablemente no duraría más tiempo, pensó.

-Lance es una plaga, me gustaría que el jefe Leiftan ya dejara de colaborar con él- suspiró el sátiro con pesar. Aleen le acompañó en su sentir y continuaron hablando de la ruta que iban a tomar y por supuesto, de la hora y el día en que tendrían el barco con ellos.

✩

Mientras tanto, Lance iba en marcha hacia donde se encontraba Leiftan, desde que se había recuperado y evadido a los que habían ido de la guardia, no dudó en hacerle una visita en solitario y que tenía varias preguntas que hacerle. Aunque primero decidió dejarles un mensaje a los faeries de su lado y que estos llamaran a los demás para que estuvieran preparados... Por si acaso.

Viajó de forma sigilosa todo el camino hacia el templo Feng Huang, odiaba tener que volver a ese sitio pero no podía permitirse retrasar su conversación. Afortunadamente, ellos parecían estar de vuelta hacia el CG, por lo que no tuvo que acercase mucho a los dominios de los Fen Huang.