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La noche los alcanzó mientras ellos aún seguían en la biblioteca, Huang-hua ayudó (a pesar de las protestas de Feng Zifu, que también terminó ayudando para el desconcierto de Miiko al llegar, y no solo de Miiko... La mayoría en la biblioteca no se lo creía) y al mismo tiempo le preguntaba a Hela por cosas de la tierra que no le había preguntado a Gardienne. Al terminar, Huang-hua le pidió que al día siguiente pasase el día con ella, y que aunque le habría encantado compartir el día con las dos humanas, Gardienne estaba en una misión importante referente al conflicto en Balenvia. Hela se preguntó si podría descansar un poco en la playa antes de volver de misión, tampoco es como si le molestara la aprendiz de fénix ya que le daba curiosidad, pero se sentía agotada y con ganas de dormir hasta muy tarde.

En cuanto Huang-hua se marchó, Feng Zifu se le acercó -Mañana temprano vendré por usted, para llevarla con la señora Huang-hua, por favor, esté lista. Y le agradecería que no fuera tan insolente con la señora-

-Oh, lo siento... Zif- dijo Hela con una sonrisa. El anciano, molesto, abrió la boca, pero Hela no le dejó oportunidad de hablar- pero, ella misma me dijo que no le hablara formalmente y personalmente, lo prefiero- Feng Zifu frunció el ceño, contrariado. Y antes de que se recuperase, Hela se marchó a su habitación.

Esa noche soñó con su hermana pequeña, que estaba llorando en una habitación oscura. Se despertó con cierto dolor en el corazón: recordó que su pequeña hermana se había quedado repentinamente sola mientras su madre había vuelto al hospital- Nina, la última  vez había... Ah- Ahora el dolor era peor, recordarla en ese tiempo le hizo recordar a Lysandro que estaba pasando por momentos muy duros y le habría gustado estar para él también; al menos tenía a Leigh y Rosa. Trató de dormirse otra vez pero fue inútil, así que salió de la cama unas horas antes del alba con mal genio; se duchó y marchó hacia la biblioteca, en donde tuvo que hacer uso de su llave pues el área estaba cerrada tras el desastre de Tot. Tras un par de horas, llegaron Ykhar y Ezarel; este último tenía cara de pocos amigos.


-¿Mala noche?- preguntó Ykhar, antes de que el elfo dijera nada. No era la primera vez que veía a Hela despertarse tan temprano, imaginaba que era por malos sueños pues la vez que compartió cabaña con ella en la misión a la que las habían asignado juntas había sido testigo de que habían noches en que no podía dormir bien o no dormía.

-Si, supongo... Ykhar- Hela alzó la vista del libro que estaba leyendo y deslizó la mirada hacia Ezarel e Ykhar sonrió.

-Oh, si, Ezarel vuelve a ser tu niñera- dijo la brownie riendo.

-Ni me lo recuerdes. Toma- Ezarel bostezó mientras sacaba una fiambrera y se la dejó en el escritorio- al menos desayuna, Ykhar no tiene problemas con que comas aquí y Karuto tampoco tuvo problemas para prepararte esto... No quiero tener que terminar cargándote a la enfermería, porque pesas muuuucho- La sonrisa de Ykhar se ensanchó más al ver esto «es adorable, extraño viniendo de él, pero adorable» pensó.

-Ah, gracias- Hela, dejó el libro a un lado, tomó un emparedado de la fiambrera y lo engulló enseguida- así que ¿Cómo están las cosas con los de Balenvia?- la pregunta hizo que Ezarel e Ykhar se mirasen incómodos

-Gardienne está ideando un plan para resolverlo- dijo Ykhar rápidamente.

-Pero ella no es ni de la guardia brillante, ¿Porqué le encargaron algo tan pesado?- preguntó Hela confusa. En esa madrugada, mientras pensaba en sus pendientes en la tierra, le llegó la imagen de Gardienne y le era un misterio que a pesar de que le había dicho que la conocía del instituto... Algo le decía que era media verdad. Algo le escondían como lo del extraño color de ojos que compartían. Eran demasiado sospechosos, malos mentirosos.

-¿Preocupada?- preguntó un Ezarel burlón- pensé que no te interesaba saber de ella-

-Quizá ahora me preocupa- se encogió de hombros, haciéndose la desentendida y tomó otro emparedado. Los miró como si buscara algo en sus expresiones- supongo que me recuerda a la tierra, eso es todo- terminó su emparedado, se limpió las manos en la servilleta de tela y volvió de nuevo al libro.

-Entiendo- Ykhar mira al suelo un poco culpable de ocultarle lo que ahora sabe: que Hela es prima de Gardienne y quizá de ahí venga ese sentimiento de preocupación. Sin saber que decirle resuelve reposar su mano en el hombro de la chica, entonces se sobresalta al recordar algo- ¡Ah, si! Recuerda que hoy tienes que verte con Huang Hua y yo tengo cosas que hacer, adiós- Y como es común, salió a toda prisa. Amablemente se llevó la fiambrera vacía con ella.

-Así que ¿Qué estás leyendo?- Ezarel se sentó junto a ella, suspirando con resignación de estar otra vez a cargo de Hela.

-Este escrito lo tradujo y trascribió Arthur; asumo que data de unos años después de la fundación de Eldarya. Parece que hubieron humanos que cayeron accidentalmente en este mundo, pero no dice nada sobre el círculo de setas... Quizá...-Hela guardó silencio y continuó con su lectura. Ezarel ya estaba acostumbrado a que ella dejara ideas en el aire, que quizá termine de esbozar en su mente y olvide comentarlo.

Pasaron unas horas hasta que Ezarel finalmente vio el amanecer por la ventana, sentía cansancio en su cuerpo pero al mismo tiempo se sentía cómodo al lado de la humana que leía a su lado y ocasionalmente hablaba con él a cerca de todo tipo de cosas, Ezarel no se había dado cuenta de que la había extrañado un poco hasta esos momentos. Él miró fijamente a la chica y sintió que las orejas le ardían al recordar el beso amistoso de despedida que ella le había dado; se regañó mentalmente por darle importancia a algo tan tonto. Pasaron unos minutos más, hasta que ella cerró el libro de golpe y se levantó de la silla, sobresaltando a Ezarel; después de reír un poco, Hela, le informó que ya debía ir a su habitación para cuando "Zif" la fuese a buscar. Ezarel tenía el rostro de alguien perturbado (por haberla oído decir Zif, así sin más)

-Oye, que estás libre por hoy...- dijo Hela al ver la expresión que tenía- ¡Dobby es un elfo libre! ¡Libre por hoy!- le dijo ella riendo antes de marcharse. Él no la entendió, pero no le agradó el tono.


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Extra:

Feng Zifu ayudando en la biblioteca, Miiko esta muy sorprendida por ello y Huang Hua está feliz de que vean que Zif es más amable de lo que parece.

Feng Zifu ayudando en la  biblioteca, Miiko esta muy sorprendida por ello y Huang Hua está feliz  de que vean que Zif es más amable de lo que parece

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Ejem, ya saben, actualizo cada mes pero no les tengo un día fijo para que sea una sorpresa XD

¿De casualidad les gusta Mägo de Oz o prefieren a Arianna Grande? Sólo curiosidad...




Historias de Hadas: Amour Gardienne [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora