Una trágica y macabra historia persigue al Internado Aigner desde el año de 1990. Fueron los homicidios de cuatro estudiantes y las desapariciones de dos de ellos, que marcaron una generación.
Sus cuerpos aparecieron esparcidos por los alrededores d...
Esperanza es poder ver que hay luz a pesar de toda la oscuridad.
Desmond tutu
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Era de metal, de contextura delgada, muy fácil de manipular con una mano, ese artefacto pudo ser usado en las muertes sin duda alguna.
Era liviano, te permitía moverte rápido, no había que ser un experto para ocuparlo.
Mis manos estaban cubiertas por unos guantes blancos, y sobre ellos el picahielos cubierto de sangre. Mire el largo de aquella vara de metal, que por cierto tenía una punta muy afilada, voltee a mirar a Carol, quien parecía estar más concentrada en las palabras escritas en esos papeles.
—¿de quién crees que sea la sangre? — le pregunte curiosa sin ánimos de ofender, la castaña alzó su vista y se encogió de hombros.
—de Lizzie no puede ser, junto a su cadáver encontraron un par de picahielos. —Me informó.
Bueno, entonces quedan cinco posibles alternativas.
—puede que sea de Leo o Valery, por lo que sabemos ellos murieron en el subterráneo.
De esa arma sobre el mismo paño con el cual la escondieron, mire hacia la ventana. Tenía una vista realmente impresionante de donde estábamos, se vea el extenso bosque y parte del Internado, todo muy calmado.
Me aleje después de unos segundos por miedo a que alguien me viera.
—me parece recordar haber escuchado la palabra zugzwang en algún punto de esos tres meses. —Me dijo Carol un poco confundida.
Así que la había escuchado.
Camine alrededor del aula en la que nos encontrábamos. Todo estaba cubierto de polvo, las paredes eran de un color beige agradable, algunas de las mesas estaban tiradas alrededor varias mochilas estaban instaladas en los puestos.
Nadie las había movido en un muy largo tiempo.
Encontré una muy bonita en los últimos asientos, era de color rosa y muy pequeña, bien se asemejaba a un bolso. Con cuidado introduje mi mano con cuidado de no toparme con una araña, que gracias a dios no tuve ese destino.
Encontré varios lápices y unos cuadernos, pero lo único que llamó mi atención fue un pequeño diario color lila, lo sacudí un poco y lo dejé sobre la mesa.
—puede ser que la hayas escuchado antes —Le contesté de manera obvia.
Mi amiga de uñas largas se bajó de un salto del escritorio y caminó a paso lentos hacia mí. Lo abrí, no era algo necesariamente extraño, si no que era donde una chica tenía escritas varias rutinas de porristas, maniobras y saltos.
—no reconozco la letra, pero sí me parece que vi esas coreografías. — Me apunta a uno de los dibujos, donde salían unas chicas haciendo piruetas hacia atrás y luego un paso realmente extraño —Es parte de la coreografía de Halloween, recuerdo eso perfectamente, fue con ese coreó que Valery se volvió capitana.
