[Canción de Capítulo: Chord Overstreet- Hold On]
Te acerque a mi y sentí tu latido.
¿Puedes escucharme gritar por favor no me dejes?
Aguarda, aún te quiero.
Vuelve, todavía te necesito.
No sabría explicar de donde provenía aquella extraña luz, solo que estaba ahí, pidiéndome silenciosamente que la siguiese.
No había motivos, no tenía un fundamento ni nada claro, solo que necesitaba encontrar de donde provenía.
Me estaba guiando.
Yo solo me deje cubrir por el instinto, estaba arriesgando mi vida por esto, quizás estaba yendo directo hacia una trampa. Pero no me importaba, el miedo a la muerte se había esfumado, no me importaba ser asesinado si es que lograba encontrar lo que aquella Luna roja quería mostrarme.
Estaba preocupado por Selina, en realidad me aterraba que le pudiera pasar, aunque por otro lado sabia que era la mujer mas fuerte y valiente que conocía. Ella iba a estar bien, lo estaba, algo en mi me lo decía.
Todos luchábamos con el mismo objetivo, bien cada uno tiene propósitos diferentes.
Mi linterna estaba apagada, no necesitaba mas que esa luz roja, esta era la que alumbraba mi camino. Iba en silencio, escuchando mis pisadas, los pasillos se volvieron mas angostos, y muchísimos mas fríos.
Aunque bien me sentía confiado y seguro, mi mano todavía empuñaba con firmeza la pistola. Me tenía que asegurar de que esas basuras no me tomaran por sorpresa, no se si estaba listo para disparar a alguien, yo no era como ellos, no me sentía a gusto en tener que dañar a una persona.
De igual manera a cada día que pasaba desde que llegamos a el Internado, entre mas sabíamos, cada ves parecían menos humanos. Son asesinos, personas trastornadas, quienes no sienten culpa y no dudan en dañar.
Trataba de pensar en eso para no caer en la llamada culpa, no iban a dudar en matarme, eso era lo único que tenía que recordar.
Mi pequeño micrófono estaba escondido bajo mi camisa, encendido.
Una fuerte ventisca hizo que me cayera en cuenta que cada ves estaba mas cerca de mi destino. La luz roja se intensificó, brillaba, era una luz cegadora. Sentí unos golpeteos, había una salida cerca.
Por algún extraño motivo mire hacia el suelo de piedra, vi como había rastros de sangre seca. No se me hizo pensar que por ahí fue que arrastraron a alguien. Era imposible que fuera la de Polo, se notaba que estaba hace mucho tiempo.
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𝐈𝐧𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐝𝐨 𝐀𝐢𝐠𝐧𝐞𝐫 ▪︎Z
Gizem / GerilimUna trágica y macabra historia persigue al Internado Aigner desde el año de 1990. Fueron los homicidios de cuatro estudiantes y las desapariciones de dos de ellos, que marcaron una generación. Sus cuerpos aparecieron esparcidos por los alrededores d...