10.- Omega

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Yuuri omitió los detalles de los abusos que sufrió, no quiso ahondar en esos ellos... tal vez algún día les contaría, pero este no sería el día.

Les contó que había rechazado al príncipe, y que desde ese día el negocio familiar decayó, y pasaron de ser uno de los más importantes comerciantes de telas del y confección del reino, a ser sirvientes del palacio, y todo por capricho de los reyes, ya que JJ tampoco estaba de acuerdo con ese matrimonio arreglado.

Isabella no quiso intervenir hasta que Yuuri terminó su relato.

Ella habló de ser la destinada de JJ, de cómo se conocieron con el príncipe y los coqueteos de él terminaron por hacerlos descubrir ese secreto... de cómo por nervios se alejó de JJ hasta el día de su cumpleaños, en donde él la protegió de otros alfas, y de cómo Yuuri la sacó del lugar poniéndola a salvo. Les contó que después de caer al agua y vagar por un tiempo, llegó a salvo al pueblo de Hielo Azul, y que desde ahí vagó hasta el reino de Noreste. No escatimó en detalles sobre lo duro que había sido todo, conseguir comida, techo y trabajo en un lugar donde nadie la conocía.

Por suerte la buena fortuna le había sonreído, había conseguido un trabajo tranquilo como sirvienta en la casa de una señora, había hecho buenas amigas y compañeras, y trató de olvidar su vida anterior, porque nunca pensó en volver a ver a Yuuri y mucho menos viajar Canadarians otra vez, ya habían pasado ocho años desde su huida.

-¡Eso es basura!- exclamó Yuri, una vez que el relato de ambos había finalizado- ¡todos saben que los brujos y la magia no existe! ¡Son cuentos para que los niños se ilusionen y duerman!

Pero todos voltearon a ver a Yuri.

-Los brujos van a bendecir al primogénito de todo los reinos, Yuri, incluso viajaban a nuestras tierras- Mila tomó la palabra- O eso me contaba mi abuela... ella me dijo que existen cuatro brujos, cada uno representa a un elemento, y que la bruja de fuego es hermosa y fuerte... siempre quise conocerla- suspiró

-A mis tierras también fueron- respondió Isabella- muchas veces, mi madre y mis abuelos me contaron sobre ellos.

-Tú sabes que también vengo de otro reino- respondió Chris- y allá también visitaban los brujos. Sólo los reyes podían verlos si es que no había un evento público.

-Mi abuelo nunca me contó de brujos- y miró a Guang- ¿A tus tierras también?- y el chico sonrió tímido, no quería traicionar a Yuri

-Posiblemente hay una explicación... - lo animó Guang

-No entiendo... no podemos ser el único reino al que no visitan... ¿o sí?- Yuri no concebía semejante rareza... primero, hay brujos, y que se pasean por todo el mundo, ¿menos en su casa?  ¿Que significaba eso?

Nadie supo que responder, ya que a todos les parecía raro... debía de haber una explicación...

-Yuri, tranquilo. No es tan importante.- Victor lo consoló, acarició su cabello con cariño, enfundándole valor y comprensión... y luego miró a Yuuri, con todo el desprecio y desconfianza que pudo - No te creo ni una palabra

Un silencio sepulcral inundó al grupo, Yuuri tragó grueso

-Está bien... no tienes porqué creerme.- respondió, sosteniéndole la mirada, y nuevamente los ojos de todos se poosaron primero en uno y luego en otro.

Yuuri no pudo aguantar la mirada intensa del alfa de Victor, mientras que su omega, cohibido, se declaró perdedor... no pudo evitar que sus feromonas se liberaran. Quería la aprobación del alfa, así que incómodo, sonrojó.

El Yuuri racional detestaba que su omega se descontrolara, porque no quería seguir sufriendo por culpa de su instinto animal... y se sintió peor cuando se dio cuenta que todos lo miraban extraño, y que Victor ya no podía controlar su odio en su contra.

Despertar al Bello DurmienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora