23.- Reencuentro

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Mari prefirió restarse de la celebración junto a Yuuri, no quería exponerlo y era comprensible, las miradas curiosas y comentarios desatinados lo único que harían sería molestar a ambos hermanos, sobretodo a Mari, que estaba consciente.

Yuuri sólo necesitaba cariño y buenas vibras, no desatinados.

Se quedó cerca del pueblo, en un campamento improvisado que habían montado y recibía a diario las visitas de Victor y Guang, que la actualizaban a diario con las noticias del Reino.

Le contaron que una vez que llegaron al pueblo, lo primero que notaron fue que Isabella ya había roto la maldición, pero hace días se hallaban encerrados Reyes y Brujos, discutiendo los cambios necesarios para hacer de Canadarians un Reino más justo.

Mari pudo imaginar a Isabella siendo firme, pero al mismo tiempo, como los Reyes eran obstinados frente a una omega pobre y sin linaje.

Victor le contó que no pudieron ver ni a los Brujos ni a Yuri hasta tres días después de haber llegado al castillo, y como era Isabella y Otabek los que conocían a sus padres, sólo pudieron esperar a que las reuniones terminaran, y aunque Victor estuvo preguntando en el pueblo por Hiroko y Toshiya Katsuki y nadie sabía de ellos. Durante esas dos noches compartieron una habitación en un posada.

Cuanso las reuniones terminaron, Victor y Guang no tuvieron que ser adivinos para darse cuenta que fueron agotadoras. En cuanto vieron a Yuri notaron su rostro cansado y frustrado, pero después de un abrazo apretado contra Guang los llevó a todos al palacio para que se acomodaran en las habitaciones de invitados.

Mientras se comodaban, Yuri les contó que los padres de JJ eran un hueso duro de roer, pero que con las amenazas de Georgie dieron su brazo a torcer ante muchas de las ideas que Isabella propuso; trato igualitario, mejora de condiciones laborales para ambos géneros, no discriminación de género ante un cargo, dejar de mirar a los omegas como incubadoras humanas, y castigo severo ante la violencia y tratos inhumanos contra un omega.

Los consejeros y antiguos Reyes pusieron el grito en el cielo ante "la insolencia" de Isabella, y es que no estaban acostumbrados a tratar con omegas con carácter, a sus ojos los omegas debian ser sumisos y débiles, y acatar en silencio lo que alfas discutían... Pero con el respaldo de los Brujos y la desconfianza del Pueblo en los antiguos Reyes, el cambio que era más que necesario y las propuestas de Isabella fueron más que bienvenidas en los lugareños.

Pichit le comentó que J.J. estaba completamente enamorado y fascinado por Isabella, por su determinación e inteligencia, porque podía ser empática con todos, escuchaba a todos y trataba de buscar soluciones que dejaran contentos a ambos lados... que fuera su destinada sólo hacía que su amor fuera más apresurado, pero no forzado, así que posiblemente el matrimonio sería pronto.

Una vez que estuvieron instalados en una amplia habitación para visitas, que contaba con dos camarotes, Victor se atrevió a preguntar a Otabek por Hiroko y Toshiya.

Mari esperó paciente por la respuesta, una respuesta que tardó en llegar y se le apretó el corazón al no tener una respuesta inmediata.

-Tu madre está en reposo. Fue demasiado para su corazón el confirmar que todo lo mostrado en sus sueños fue real.- respondió Victor y bajó la vista- Otabek estuvo a cargo de explicarle todo, absolutamente todo, desde las marcas hasta como Yuuri está dormido desde que rompió su último lazo.

-Pero tu padre nos dijo que mañana vendrá- interrumpió Guang al ver las lágrimas de Mari, tratando de animarla.

-Mari, tu madre es fuerte, igual que ustedes. Pude conocerla y me dijo que se pondrá bien, que apenas reponga sus fuerzas volverán a estar todos juntos, y juntos, buscarán una cura para Yuuri- y sin poder evitarlo, le acarició el rostro al omega.- yo también les ayudaré a encontrar una cura para Yuuri, y no descansaré hasta que despierte.

Despertar al Bello DurmienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora