33.- Noreste

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Seis años pasaron desde que Yuri se convirtió en Rey.

Y para sorpresa de todos en el Reino y sus pueblos vecinos, Yuri anunció su matrimonio con Otabek seis meses después de coronarse. Hubo quejas por parte de algunos alfas viejos de otros pueblos que habían tratado de sacar ventaja hasta el último momento de su Rey por ser omega y nunca lo consiguieron. Mas todo reclamo cesó cuando Yuri anunció que su matrimonio sería con su destinado, y que su destinado era el Brujo del aire. ¿Quién se opondría a la unión de dos Brujos poderosos?

Después del matrimonio de ambos Brujos y la coronación oficial de Otabek las cosas en el Reino comenzaron a volverse mucho más tranquilas. Yuri resultó ser un Rey justo, amable, generoso y un poco fiero, siempre interesado en el bienestar de su pueblo.

Una de las primeras instalaciones en el Reino en ser construida fue un gran invernadero para cultivar comida, luego una escuela para niños y un hospital. Yuri mandó a reconstruir y a pavimentar caminos cercanos, construyó aqueductos para mejorar el acceso al agua potable del pueblo y una escuela en donde se aprendieran oficios. Buscó gente óptima para los cargos incluso fuera de su reino, y aunque fue difícil al principio debido al clima y la lejanía, convenció a grandes maestros de trabajar y enseñar en sus tierras.

Yuri tenia claro que debía darle un giro a todo lo relacionado con el Reino y el poder que tenía en sus manos, depender de los pueblos más pequeños y los impuestos no era suficiente, a ese ritmo sería depredatorio, así que insistió en hacer de la educación una fuerza importante de su Reino, así podrían llegar alumnos de todas partes y por medio de tratados con otros Reinos, sustentar la economía del lugar por si sola.

Los años le habían sentado de maravillas, se veía mas maduro y fuerte, con su cabello largo y sedoso, más ancho de espalda y con facciones más varoniles, pero posiblemente usaría su magia para, estancar el cambio y su crecimiento y así envejecer al ritmo de Otabek. Leeeeeentoooo~ muy lento.

Por otra parte el Brujo del Aire se convirtió en el nuevo favorito de muchos. A pesar de su rostro estoico y su temple sereno, se las ingenió para volverse cercano al pueblo, paseaba solo por las calles de la ciudad, compartía con los vecinos y pobladores, escuchaba paciente los problemas y daba consejos sabios.

Sacar suspiros en las muchachas y omegas del Reino era otro de sus fuertes, y las chicas lo acechaban y rodeaban, le daban regalos y cumplidos cada vez que lo veían caminar por el Reino.

-Ya pasaste de moda, viejo- rió Yuri, burlándose de Victor- cada vez que Otabek camina por el Reino, aunque ande con esas fachas de Brujo la gente lo mira, lo desean, suspiran por él, ¡y no les importa que sea mi esposo! ¿Será su trasero?- se cuestionó seriamente en voz alta.

Otabek hizo como que no escuchó ese último comentario. Ahora tenía el cabello más largo, y lo amarraba en una coleta rebelde, que le daba un aire más adulto. El chico inspeccionaba unos documentos junto a Yuuri, quien se había transformado en el secretario de finanzas, y con ayuda de Toshiya mantenían al Reino con las cuentas claras.

Yuuri rió ante el sonrojo de Otabek.

-No me importa estar pasado de moda mientras Yuuri crea que soy lindo- y caminó hasta llegar junto a Yuuri, para abrazarlo por la espalda y besar sonoramente su mejilla.

-Hey, no seas pegote y déjalo trabajar, hay que hacer las cuentas para la celebración del otro mes, aunque creo que podemos darnos esa libertad... -meditó un segundo y miró al resto en la sala.- Isabella dijo que vendrían, aunque con su embarazo tan avanzado, no sé si es buena idea...-

-Posiblemente Georgie los acompañe, en sus cartas ella expresa su emoción por venir- respondió Otabek

Yuri caminó desde la ventana, por donde podía ver al pueblo hasta un escritorio cerca de Yuuri y Otabek, se sentó y comenzó a leer papeles, algunos eran petitorios por parte de pueblos vecinos, otros eran tratados y alianzas que formar con otros Reinos.

Despertar al Bello DurmienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora