-¿A dónde se supone que vamos? -no es que vaya a quejarme porque Loman haya planeado una cita sorpresa tres días después de que decidiésemos estar juntos, pero me intriga tanto secretismo.
-Espera y lo verás -sonríe, sin aclararme nada.
Aunque los dos últimos días no hemos podido vernos, me ha llamado por las noches, solo para saber cómo me había ido en mi regreso al trabajo. Y debo admitir que me ha ayudado mucho, porque separarme de Roger ha sido más duro de lo que había imaginado. Kyle es un excelente canguro y sé que mi hijo está bien con él, pero no poder verlo en tantas horas no está resultando tan fácil como creía. Imagino que acabaré acostumbrándome, pero por el momento, la ansiedad me puede. Y esa es otra de las razones por las que Loman ha decidido darme la sorpresa, aún cuando se supone que no debería salir del complejo hasta el fin de semana.
-Y no te preocupes -añade-, que regresaremos temprano para que puedas dormir tus ocho horas antes de ir a trabajar.
-Vale -no diré que eso me decepciona un poco, pues pensaba que se quedaría conmigo después de la cena, pero lo hace.
-Te va a encantar -me enfrenta y sujeta mi rostro con sus manos para dejar un beso en mis labios, que me sabe a poco.
-Ya me encanta -respondo con sinceridad-. Si te incluye a ti, cualquier plan es bueno.
-Si me dices esas cosas tan bonitas -ríe-, acabaré enamorándome de ti.
-De eso se trata -rio con él. Y aunque me asusta hablar de sentimientos tan fuertes, en el fondo, a mí no me importaría acabar enamorada de él. Desde que nos conocemos, solo me ha demostrado que es alguien que merece la pena tener cerca.
-Sigue así -susurra contra mis labios-. Lo estás haciendo genial.
Me besa con más ganas y siento que es su forma de demostrarme que no ha mentido al decir eso. Yo solo puedo perderme entre sus brazos y sus labios. Me siento tan bien con él.
-Ya casi llegamos -me informa, después de enlazar nuestros dedos y comenzar a caminar de nuevo. Sí que debe ser cerca, para no necesitar el coche.
Me concentro en las sensaciones que me provocan nuestras manos unidas y por un momento, dejo de darle vueltas al asunto de la sorpresa y disfruto del paseo. Creo que necesitaba este momento de desconexión para dejar atrás la frustración y el estrés de mi regreso al mundo laboral. No puedo evitar mirar hacia Loman y sonreír.
-¿Qué? -me imita.
-Gracias.
-Pero si aún no he hecho nada -ríe.
-Aunque la sorpresa solo fuese este paseo, me habría parecido perfecto. La verdad es que necesitaba descansar la mente.
-Pues mi plan es que descanses el cuerpo también -dice, señalando hacia adelante. Cuando mis ojos siguen su mano, veo la entrada de un hotel-. He reservado una habitación con vistas al mar para nosotros. Y nos espera una cena en el balcón, para que te relajes con el sonido de las olas mientras comemos.
-Harvey -lo miro incrédula-. Pero este es uno de los hoteles más caros de...
-No empieces con eso, Zandra -me detiene-. Yo me gasto mi dinero cómo y con quién quiero.
-Pero hay más...
-Este es el único hotel que me ofrecía lo que estaba buscando -me interrumpe de nuevo-. Y digas lo que digas, tendré una respuesta preparada para rebatirlo, así que es mejor que ni lo intentes porque solo perderíamos un tiempo valiosísimo.
-De acuerdo -cedo, como siempre que hace algo por mí o por Roger-. No quiero pelearme contigo. Me está gustando mucho cómo va la cita.
-Chica lista -ríe bajo y me atrae hacia él, para rodear mis hombros con su brazo. No sé si lo hace porque le apetece o porque no quiere que me escape. Algo que no haré porque me apetece pasar este tiempo con él, aunque se haya gastado un dineral en una simple cena.
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Zandra (Saga SEAL 4)
ActionZandra acaba de perder a su marido y dar a luz al hijo que ambos esperaban con tanta ilusión. Pero ha aparecido alguien inesperado en su vida, que amenaza todavía más su ya inestable corazón. Segura de que lo que siente es una traición a su difunto...