Capítulo 14

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-¿Qué te parece?

-Te queda bien, como los otros seis que te has probado antes de este.

-Pero... -Chris se está empezando a impacientar y no me extraña, porque todo los vestidos que le han enseñado son sosos para ella. Yo me he enamorado de al menos cuatro, pero ninguno me parece adecuado para una mujer como Chris.

-No es tu estilo, sino más bien el mío -le hago saber-. Les falta ese toque picante y sexy que tú tienes, Chris. Me temo que no te ves tú misma con ellos.

-¿Y qué sugieres? ¿Que las mande a la mierda? -señala a las mujeres que están esperando fuera para saber si alguno de esta nueva tanda de vestidos le valen-. He tenido que esperar dos meses para que pudiesen atenderme aquí.

-Ya sé que es un lugar muy solicitado, pero no creo que debas conformarte con cualquier vestido. Diles que te dejen echar un vistazo a su almacén para poder elegir por ti misma el que te guste de verdad.

-Dudo que me lo permitan. Con el celo con que protegen su almacén, cualquiera diría que hay algo más que vestidos ahí dentro.

-Pues si no te dejan entrar, nos vamos a otra tienda -sugiero.

-¿Sabes? -me dice después de pensar en ello-. Me encantan los vestidos de esta tienda, pero tienes razón. Si no me dejan buscar a mí, nos largamos.

Nos cuesta convencerlas porque se creían que Chris era una clienta segura, pero al final podemos meternos en el almacén y mentiría si no dijese que es el paraíso de las novias. Casi me quedo sin aliento al ver todos los vestidos que tienen aquí. Normal que no dejen pasar a nadie.

-Y a mí me mostraban la mierda -protesta Chris cuando encontramos un par de vestidos de su estilo en un primer vistazo por encima. Con cualquiera de ellos estará perfecta. Son tan como ella.

-Me encantan. Uno de estos es el tuyo, Chris -asiento-. Lo presiento.

-Joder -exclama segundos después-. Sé que no tienes planes de boda, Zandra, pero este vestido está gritando tu nombre. Tienes que probártelo.

-No, yo no... -pero no soy capaz de terminar la frase porque me acabo de enamorar del vestido. Nada que ver con lo que he sentido con los otros que le han llevado a Chris y que creía tan bonitos. Si algún día me caso de nuevo, este tiene que ser mi vestido. Es el vestido.

-Claro que sí -Chris sonríe y me lo entrega-. Te lo vas a probar y no se hable más. Igual podrías aleccionar a Harvey para que te proponga matrimonio.

-Creo que por ahora estamos bien así -todavía no sé si estoy preparada para dar ese paso-, pero me lo probaré igualmente.

-En cuanto te veas con él, cambiarás de opinión -ríe Chris y la odio por eso porque es probable que por un segundo, sea así.

Después de que ella elija un par de vestidos más, volvemos a los cambiadores y nos probamos los vestidos. Cuando veo mi reflejo en el espejo, por un momento, puedo imaginarme de camino al altar, mirando fijamente al frente, hacia un emocionado Harvey que no deja de sonreír como un bobo enamorado. La imagen me resulta tan impactante, que no sé cómo reaccionar ante ella. Ni siquiera sé si me gusta la idea o me espanta.

-Joder -escuchamos detrás de nosotras y al girarnos, vemos a Harvey con una expresión en su cara muy similar a la que yo me imaginé. Solo que esta es más real y tangible y hace estragos en mi estómago.

-¿Qué haces aquí, Harvey? -protesta Chris, tapándome, como si de verdad él no pudiera estar aquí.

-Estoy viendo a la mujer más increíble del mundo -responde sin dejar de observarme- luciendo un vestido que le sienta increíble.

Zandra (Saga SEAL 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora