Miro a mi alrededor buscando algo que me pueda ayudar, pero solo veo piedras y árboles. No estamos en el mejor lugar para idear un plan de rescate, aún así no voy a desistir. No sería un SEAL si lo hiciese.
-¿Cómo vas? -le pregunto- ¿Puedes aguantar un minuto más?
-Y dos, si es necesario -dice, después de, lo que creo que es, afianzar los pies en algo-. Al menos mientras esto no se derrumbe también.
-Dame solo un minuto -le pido, retrocediendo con cuidado para no provocar más desprendimientos.
Me muevo entre los árboles de los alrededores buscando una rama que me sirva para lo que pretendo hacer y miro hacia Archer de vez en cuando, controlando que sigue bien. Desde que me he alejado y él permanece inmóvil, parece que el suelo se ha estabilizado, pero no podemos confiarnos. Si se derrumbó una vez, puede hacerlo de nuevo. Y en esta ocasión, podría llevárselo con él.
Encuentro lo que busco y casi quiero gritar, pero me conformo con arrancar la rama del árbol porque el tiempo es oro ahora mismo. Dejaré las celebraciones para después, cuando Archer pueda unirse a ellas. Mientras, termino de darle forma a la rama con el cuchillo sin apartar la vista del agujero y de Archer. La práctica evita que me corte en el brazo cuando se me escapa el cuchillo y maldigo por lo bajo. Ya es lo último que nos falta ahora mismo.
-Presta atención, joder -me digo, centrando mi vista en lo que hago.
-Mierda -Archer jadea y veo cómo se hunde un poco más. Ha debido ceder el terreno donde se apoyaban sus pies.
-Ya voy -le grito-. Solo aguanta.
-Como si fuese tan fácil -protesta.
Corro hacia él y me lanzo al suelo en el mismo punto del que antes me levanté. Después me voy arrastrando lentamente, deteniéndome solo cuando escucho caer más piedras. Esto se va a convertir en un infierno muy pronto y necesito sacar a Archer de aquí cuanto antes.
-Déjame -me grita, cuando un nuevo desprendimiento amenaza con arrastrarnos a los dos-. Lárgate y sálvate tú.
-Hazme un favor, deja de decir gilipolleces y sujétate -protesto-. No pienso dejarte ahí.
-Prefieres caer conmigo -replica.
-Prefiero salvarnos a los dos -concreto, pero no me acerco más porque el suelo es tan inestable, que podríamos acabar los dos en el fondo de la cueva subterránea.
No estoy dispuesto a darle la razón a Archer, permitiéndolo. Así que voy a intentar probar mi plan. Mi loco y absurdo plan que, aún así, espero que funcione. Con mucho cuidado, alargo el brazo hacia Archer, sujetando la rama por uno de sus extremos. Solo espero no haberme quedado corto.
-¿Esa es tu idea? -la incredulidad queda patente en su voz- ¿Una puta rama?
-Cierra la boca y déjame hacer mi trabajo -lo interrumpo cabreado-. Y ni se te ocurra soltarte hasta que acabe o intentar sujetarte a mi puta rama. No es para eso.
Siento alivio al comprobar que he calculado bien y que el otro extremo alcanza a Archer y lo sobrepasa unos centímetros. Ahora solo tengo que engancharla a la cuerda y tirar de ella hacia mí.
-Por dios -exclama Archer al ver lo que pretendo hacer-. No podrás sacármela sin que suelte uno de mis brazos. Y no...
-No pretendo hacer eso -le explico a medias porque hablar hace que me tiemble el pulso-. Solo deja que me concentre, joder.
Por suerte, Archer solo ha enrollado la cuerda en su pecho, de modo que si consigo engancharla bien para tirar de ella, podré acercarla a mí sin problema. Como le he dicho, no necesito sacársela del pecho, solo alcanzarla con mi mano. Después tiraré de él para izarlo y sacarlo de ese maldito agujero. Sé que es una locura y que es probable que no funcione, pero no se me ocurre nada mejor.
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Zandra (Saga SEAL 4)
ActionZandra acaba de perder a su marido y dar a luz al hijo que ambos esperaban con tanta ilusión. Pero ha aparecido alguien inesperado en su vida, que amenaza todavía más su ya inestable corazón. Segura de que lo que siente es una traición a su difunto...