Capítulo 21

6.9K 1.2K 100
                                    

Archer se sitúa en la azotea de una vieja nave abandonada, en las inmediaciones de nuestro objetivo. No está tan cerca como le habría gustado, pero tampoco es que tenga muchas más opciones. Estos tíos han sabido elegir bien la localización, ya que no hay otras edificaciones alrededor, que les dificulten la vista. Los pocos hombres que vigilan la nave, se bastan para controlar el perímetro porque verán llegar un coche en la distancia.

Nosotros esperamos tras uno de los pocos edificios que hay cerca y que apenas nos cubre a todos. Parece una especie de caseta de seguridad que al final nunca terminaron de construir. Debo admitir que ni siquiera sabía que en esta zona había un polígono industrial. Supongo que por eso se han escondido aquí. Es el lugar perfecto para pasar desapercibido.

-Estad atentos -nos dice Archer por radio-, no tardaré mucho.

Los disparos, aunque silenciosos, se suceden a tal rapidez, que antes de que alguno de ellos sospeche lo que está pasando y pueda dar la voz de alarma, ya están en el suelo. Los hemos visto caer uno tras otro sin apenas un segundo de diferencia. La azotea del edificio queda limpia en nada y no puedo sino admitir que Hank ha tenido buen ojo al interesarse por Archer para sustituirlo. Sin duda, es tan bueno como él, y no quiero menoscabar la habilidad del jefe, pero con el tiempo, podría incluso superarlo.

Después de asegurarnos que se encargará de cubrir nuestras seis en nuestro avance, Simmons envía a Harper y Cornell por la derecha y a DK y Doc por la izquierda, mientras Fisher y yo nos acercamos por el frente con él. No hay tiempo para buscar entradas alternativas porque no hemos podido ver el interior del local ni averiguar si ellas están bien, así que cargaremos desde la principal en cuanto no haya guardias fuera que avisen de nuestra presencia. Y aunque Fisher pretendía entrar por todo lo alto, regalándoles algunas sorpresas explosivas, Simmons prefiere no hacer ruido hasta que no sea estrictamente necesario. Eso es lo que nos pidió Hank y se juega el puesto por nosotros, así que Suicida tendrá que conformarse con ocultarse en la oscuridad. Al menos mientras podamos evitar un enfrentamiento más directo.

Nos movemos con rapidez entre las pocas sombras que hay por la zona y Simmons señala a los hombres de la entrada, para que nosotros dos nos encarguemos de ellos mientras nos cubre. Dejo que mi arma cuelgue a mi espalda y uso mi cuchillo para acabar con la vida del guarda. Me sitúo a su altura y cubro su boca con una mano para que no grite. Ni siquiera me ve llegar, así que no tiene tiempo de reaccionar. Rebano su cuello y lo dejo en el suelo con cuidado de no hacer ruido. Cuando miro hacia Fisher, ya se ha encargado del otro hombre. Simmons se reúne con nosotros, entonces, y vigilamos la entrada hasta que los demás hagan su trabajo.

-Flanco derecho despejado -informa Harper por radio poco después.

-Flanco izquierdo despejado -DK no tarda en imitarla.

La rapidez es un factor decisivo en esta ocasión porque DK ha estado estudiando la actividad reciente en la zona y ha resultado ser bastante intensa en cuanto anochece. Sea lo que sea que están haciendo en este lugar, no es tan legal como debería. Es por eso que Hank nos ha obligado a llevar cámaras en nuestros cascos, por si grabamos algo que la policía tenga que saber. Además de que así puede controlar nuestros pasos desde la central. Tengo la sensación de que también lo está usando como un ejercicio de coordinación y trabajo en equipo. Dos por uno. Yo solo quiero encontrar a Zandra y Chris sanas y salvas.

-Todos a la entrada principal -pide Simmons-. DK, reúnete con Archer y ayúdale a cubrir nuestra vía de escape. Necesitaremos que esté despejada en cuanto recuperemos a las rehenes. Pero antes, déjalos sin luz ahí dentro.

-Copiado -responde.

Nadie hace alusión al hecho de que Simmons las haya llamado de un modo tan impersonal, porque sabemos que siempre es importante mantener la profesionalidad. No importa que sean nuestras mujeres las que están ahí dentro, pues el ansia de encontrarlas podría hacernos fallar en la misión. Una de las reglas principales de nuestro trabajo es centrarse únicamente en el objetivo final y eso haremos. Por eso, cuando Simmons me mira y señala a Fisher con la cabeza, me siento un poco ofendido. Sé que me ha pedido que controle el temperamento impulsivo de nuestro amigo porque así también yo me mantendré tranquilo y me duele que piense que pueda poner en peligro a Zandra o a Chris por no saber comportarme si las vemos en una situación de riesgo. Aún así, asiento, dispuesto a cumplir con la orden extra, porque Fisher se nota ansioso. Más de lo habitual, quiero decir.

Zandra (Saga SEAL 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora