Capítulo 11. Descubiertos

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La fiesta pasó rápida y para Bulma fue mejor de lo que llegó a esperar. Aquella noche durmió con una sonrisa pintada en el rostro mientras recordaba como Vegeta intercambiaba miradas con ella. Sentía que su forma de contemplarla había tenido un pequeño cambio y le gustaba.

Sus ojos tenían un brillo especial y su sonrisa era algo sarcástica al recordar la propuesta de su amor platónico. Podía recordar a la perfección el gesto de sorpresa de Gina, que había sufrido una humillación sin esperarla.

Con aquella alegría rebosando en ella, se fue el sábado por la mañana a la comisaría para ver a su padre. Fue directa al laboratorio donde trabajaba. Mientras caminaba con lentitud por los pasillos, buscaba la figura de Vegeta a la vez que intentaba prever no cruzarse con Yamcha.

Cuando quiso darse cuenta ya había llegado a la puerta del laboratorio sin cruzarse con nadie conocido. Dejó salir un fuerte suspiro y entró a la sala sin llamar previamente.

–Ya estoy aquí...–Bulma no terminó su frase al ver la escena que había en el laboratorio de su padre, el cual no estaba siendo ocupado por él, sino por otras personas que bien conocía ella.

Broly se separó de los labios y del cuerpo de Gina, que estaba subida en una mesa mientras contemplaba a la adolescente mirarlos sorprendida con la boca abierta.

Gina, al igual que Bulma, solía frecuentar la comisaría, pero ese día Broly le informó de que su pareja no se encontraba allí, así como sus compañeros. Por lo que decidieron tener una "conversación" en privado.

Gracias a la autoridad de Broly, ordenó al padre de Bulma que abandonase el laboratorio, pidiéndole que hiciera otras funciones, para dejar a los dos amantes allí, donde finalmente Bulma lo descubrió.

–Bu-Bulma–se sorprendió Broly mientras intentaba alisar su camisa blanca, que las manos de Gina habían arrugado.

–¿Qué demonios haces tú aquí, niñata? –Gina se levantó de la mesa, estirando con su falda con sus manos, mientras miraba entre colérica y asustada a la adolescente–. ¿No te enseñaron a llamar a la puerta? –

–Nunca he necesitado llamar a la puerta del laboratorio de mi padre–dijo Bulma recalcando la última palabra mientras contemplaba con una leve sonrisa a la mujer–. ¿Acaso entré en mal momento, Gina? –

–Bulma–la chica miró a Broly que parecía desesperado–, no puedes decírselo a nadie, por favor. –

–Ya quisierais que callara–contestó ella con notoria molestia–. Vegeta se enterará de esto. –

Broly miró a Gina que estaba igual de asustada que él. La mujer miró a la joven que estaba dispuesta a hablar. Apretó su mandíbula y maldijo el haber aceptado aquel encuentro con su amante.

–Broly–Gina miró a su amante con una sonrisa que lejos de ser tranquilizadora parecía amenazante–, déjanos a solas. Bulma y yo vamos a tener una conversación entre mujeres. –

–Yo no voy a conversar contigo, Gina–respondió Bulma mientras veía como Broly abandonaba el laboratorio–. Pienso contárselo todo a Vegeta. –

–¡Cierra la maldita boca! –Bulma se asustó al sentir el agarre de Gina sobre su brazo, sus uñas se clavaron en su piel, haciendo que soltara un leve gemido de dolor–. Muy bien, Bulma. Ahora que tenemos la oportunidad de hablar podemos decirnos las verdades a la cara. –

–¿Cómo lo mucho que te odio? –respondió Bulma mientras intentaba zafarse de su agarre, consiguiéndolo después de varios intentos.

–Tú tampoco eres santo de mi devoción–dijo Gina mientras andaba alrededor de Bulma, hasta parar frente a ella y, con suavidad, tocar el juvenil rostro de la adolescente–. Esto que ha pasado aquí, tú no lo has visto. ¿Quedó claro? –

Te necesito [BulmaxVegeta] ORIGINAL - REEDITADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora