Capítulo 20. Yo le quiero.

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Vegeta ayudó a Bulma a volver a subirse en la mesa. El dr. Brief se acercó a su hija de forma violenta ante aquel beso que acababa de ver pero, antes que una explicación, se encargó de la herida de su hija. Pidió a los hombres que abandonasen el laboratorio y cubrió el cuerpo de Gina, para después curar a Bulma.

Fuera de la sala se encontraron los cuatro hombres. Vegeta y Broly se habían apoyado contra la pared con los brazos cruzados.

–¿Qué harás con Gina? –Broly rompió el silencio que les unía. Vegeta frunció el ceño y le miró.

–Fuiste tú el que la mató ¿verdad? –Broly podía apreciar la rabia en la voz de Vegeta.

–Disparé a Gina pero no a Bulma–justificó con rapidez Broly.

Vegeta masajeó su frente. No esperaba que aquella discusión con Gina fuera la última que tuviera, pues las palabras que se dirigieron fueron de todo menos bonitas.

–Encárgate tú de su cuerpo–Vegeta apartó la mirada de Broly. Realmente no se veía con fuerzas para afrontar lo que acababa de ocurrir.

–Vegeta–el nombrado contempló a Goku que parecía preocupado–, ¿por qué te besó Bulma? –

–No preguntes cosas que no son de tu interés–Vegeta no tenía fuerzas de enfrentarse ni siquiera con Goku. Quería descansar, no sólo físicamente sino también mentalmente.

–En realidad lo es–Vegeta contempló de nuevo a Broly que tenía un tono severo y amenazante–. Tienes más años que ella, algo que no importaría si ella no fuera menor, pero al serlo conllevaría el incumplimiento de ciertas normas. –

–¿Enserio un asesino me va a leer el código penal? –Vegeta se apartó de la pared encarando a Broly de forma amenazante.

–Deberías estar agradecido–Broly mostró una postura segura, que no se achantaba con las amenazas de su contrincante–. Sino hubiera intervenido la que estaría en esa camilla sería Bulma y no Gina. –

–No me jodas, Broly–Vegeta le agarró por la camisa del cuello, estampándolo contra la pared. Goku pensó en pararlos pero Piccolo se lo impidió. Sabía que su compañero no pasaría de un par de amenazas–. No sé como tienes las agallas de venir de héroe después de lo que has hecho. Si intentas hacer con Bulma lo mismo que hiciste con Gina ten por seguro que acabas muerto al lado de tu mujer. –

–¿Así que ahora Gina es mi mujer? –Broly le apartó bruscamente

–Desde el mismo momento en que te revolcaste con ella en la misma cama en la que dormía–Vegeta se apoyó de nuevo contra la pared–. No quiero saber nada de ella, tanto viva como muerta. Lo único que quiero es verte lejos de Bulma y más después de lo acontecido hoy. –

Con aquellas palabras, Vegeta dio por finalizada su pelea con Broly. Retomó su postura apoyandose contra la pared mientras evitaba cualquier contacto visual con alguno de los presentes, los cuales no dejaban de contemplarle.

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Tras una hora en silencio el dr. Brief dio permiso para entrar. Vegeta fue el primero en hacerlo. Contempló el rostro del hombre que se encontraba vendando la pierna de su hija. Bulma intercambió mirada con su amante. Durante la cura, su padre no le había dirigido la palabra y eso la hizo sentir incómoda e incluso triste.

–Ya está–concluyó su padre cuando vendó por completo el muslo de su hija.

Bulma veía como su padre le esquivaba la mirada, así como intentaba no mantener ningún contacto visual con Vegeta.

–Papá...–llamó Bulma con un tono apagado. Odiaba verlo de aquella forma.

–En casa hablamos, hija–habló él de una forma que le hizo pensar a Bulma que le había fallado.

La adolescente no estaba dispuesta  dejar pasar un minuto más. No quería esperar a hablar con él, sino que deseaba que fuera en ese momento y que Vegeta estuviera presente.

–Papá, por favor–Bulma se levantó de la mesa mientras veía como Vegeta se ponía a su lado–. Vamos a hablar ahora. –

El dr. Brief suspiró y miró a su hija en compañía de Vegeta. Siempre supo que aquella relación era extraña, más por parte de Bulma que por la de su amigo.

–Bulma, yo entiendo que el haber estado con Vegeta desde niña haya ocasionado ciertos sentimientos por él–el hombre se acercó a ella sin importar que el policía estuviera presente para escucharlos–, pero hija eres muy joven y él demasiado mayor para ti. –

–¡Pero yo le quiero! –Bulma miró a Vegeta en el momento que lo dijo. Él no sabía como reaccionar ante aquella discusión de padre e hija.

El dr. Brief contempló al hombre que había visto crecer a su hija. Era cierto que imaginaba a Bulma enamorada de él pero nunca pensó que Vegeta pudiera corresponderla, sobre todo cuando él mantenía una larga relación sentimental.

–Vegeta–el hombre levantó la mirada cuando el dr. Brief le nombró–, ¿tú la quieres? –

Aquellas palabras sorprendieron al policía, pues no esperaba aquella pregunta. No sabía bien que responder por lo que buscó la mirada de la adolescente, perdiéndose en sus azulados e intensos ojos.

–Dr. Brief–Vegeta miró al padre de Bulma y habló con seriedad y firmeza–, eres consciente del respeto que te tengo a ti y a tu familia. Nunca podría utilizar a tu hija y más cuando se trata de la única mujer que ha sido fiel conmigo. –

–¿Mujer? –repitió el adulto sorprendido–. Pero si todavía es una niña. –

–¡No soy una niña! –se quejó Bulma, la cual estaba cansada de ser comparada siempre de igual forma–. Que no sea mayor de edad no me convierte en una cría. –

–Bulma por favor no me repliques–increpó su padre, molestando aún más a la adolescente.

–Papá, soy consciente de que te cuesta aceptar que esté con alguien mayor que yo–Bulma se acercó a su padre y le tomó de la mano–, y sé que realmente todo viene a raíz de que yo soy menor de edad. Pero piénsalo bien... ¿quién mejor que Vegeta? –

El dr. Brief miró a Vegeta que estaba de brazos cruzados contemplando como la adolescente se encargaba de convencer a su padre, el cual atendía a las palabras de su hija.

–Vegeta es el único hombre además de ti que me conoce bien–sonrió ella mientras se sonrojaba–. Me ha visto crecer y me ha cuidado. Ha sido mi protector e incluso muchas veces mi maestro. Muchas cosas que he aprendido se las debo tanto a ti como a él. ¿Cómo no iba a enamorarme de él? –

Bulma acarició con la yema de su pulgar la mano de su padre. Él sonrió y miró detrás de ella, contemplando a Vegeta que escuchaba a la joven expresarse y así él también pudo saber por qué ella se fijó en él.

–Sólo una cosa, hija mía–Bulma miró a su padre preocupada–. Hasta los dieciocho no te vas de casa. –

Ella sonrió y abrazó a su padre. No estaba todavía muy convencido de que su hija estuviera con un hombre como Vegeta, pero era consciente de que no podía hacer más. Ella se había enamorado y él le correspondió. Bulma estaba feliz y él parecía haber encontrado por fin a la mujer que siempre buscó.

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~Nephim

*Just Tonight92 (Fanfiction)

Te necesito [BulmaxVegeta] ORIGINAL - REEDITADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora