🍃 8- Coincidencias🍃

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Desde aquel domingo no había vuelto a ver a Jinyoung si no era estrictamente en los recintos de la universidad. No era por evitarnos ni nada de eso, simplemente, fuera de nuestro trato, no teníamos nada de que hablar, no éramos cercanos, solo vecinos, la única coincidencia que podía llegar a ver era que a los dos nos gustaba el arte en cualquier forma de expresión.

En realidad a mi me gustaba mucho mas la literatura que el dibujo, ambos me fascinaban pero me ganaba mas uno que otro. No me metí completamente la carrera de literatura porque el baile también era algo que me apasionaba por encima de cualquier cosa. Después de una semana (desde que habían empezado las clases) de hablar con profesores, orientadores y otras instituciones de la universidad decidí cometer una locura, estaba en todas las asignaturas que conllevaba baile, me metí en dos de dibujo y para completar las diez me he metido en una de literatura.

¿Era un suicidio? Si.

¿Tendría vida social? No.

¿Me importaba? En absoluto.

La vida social no era algo absolutamente necesario en mi vida. Tenia a Jisoo, con la que convivía casi las veinticuatro horas del día, tenía a Youngk que aunque no estuviese tanto tiempo como Jisoo siempre que podía venía, tenía a Yoongi que lo veía en la cafetería todas las tardes unas tres o cuatro horas y ahora extrañamente supongo que tendría a Jinyoung.

No sabía si podía contar con él, es más, no sabía si debía, después de todo solo éramos confidentes y aunque suene muy íntimo y personal...no lo era, para nada, solo nos contábamos cosas de nuestro pasado porque los dos lo habíamos pasado mal.

Teníamos nuestras coincidencias si lo mirabas bien, todavía me quedaban muchas por descubrir pero sabía que estaban ahí.

Cuando le conté el "trato" el otro día a Jisoo me reprimió un poco, me decía que, y cito textualmente: - ¿Tú estas loca? Vale que sea nuestro vecino y os tengáis que llevar bien pero de ahí a contarle tus cosas más privadas hay un abismo de pasos Suni. Yo esto lo veo muy raro, yo creo que ese va detrás tuya y todo esto solo es una excusa para quedar contigo y conoceros, a mi ese no me la da.

Hablaba muy resentida, como si se estuviese viendo venir una catástrofe, quizás sería así pero no había que exagerar, yo sabía cuidarme sola. Lo había hecho durante mucho tiempo como para no saber. Así que con toda la gracia y habilidad lingüística en ese momento le contraataqué.

- No pasa nada si él no te la da, ya te da su amigo-

Por ello recibí un cojín en mi cara pero para que engañarnos, valió absolutamente la pena.

Poco después me puse a pensar en una cosa que ya había hecho anteriormente.

Esto era surrealista, dos personas que acababan de conocerse no se contaban sus secretos más oscuros, de hecho, no se contaban apenas ni su vida fuera de lo corriente. Entonces ¿Qué coño hacia contándole mi vida a un desconocido? ¿Me había vuelto loca? Puede ser, pero es que ese chico me transmitía algo que aunque no sabía descifrarlo me daba toda la seguridad que necesitaba para confiar en él. Puede que en un futuro me arrepintiese pero de momento pensaba disfrutar el presente, ya me amargaría después si era necesario.

Después de todo yo no era la única que contaba su vida, él también me contaría cosas sobre la suya y aunque al principio no me interesaba en absoluto, con el tiempo he sabido interesarme por él. La vez que quedamos parecía totalmente distinto a lo que yo pensaba. Había comentado un par de cosas que me dieron un poco de intriga. Era reservado, callado cuando debía serlo, paciente y aunque me cueste admitirlo también era muy guapo físicamente.

Mi estúpido vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora