La vida, se podría decir, es como un cuento al que nosotros le vamos sumando las páginas. Vamos sumando letras, palabras, párrafos...hasta ir completando páginas y capítulos, nuestros actos se van escribiendo con alguna pluma invisible cuya tinta sale de ninguna parte en concreto. Mis capítulos solían ser sombríos y deprimentes, siempre con la misma rutina y con los mismos objetivos: seguir viviendo.
Sin embargo, un día empezó a escribirse un capítulo con un título desconcertante: "Mi estúpido vecino". Al principio intenté ignorarlo, dejar que escribiese lo que fuese que tuviese que contar y...que se marchase como hacia todo el mundo. Pero, sorprendentemente, una historia comenzó a brotar entre mis páginas y me vi abrumada por lo desconocido. ¿Dónde habían quedado mis insulsos y tranquilos capítulos?
Con su pluma invisible empezó a escribir con tintas de colores donde siempre hubo solo negro, intenté borrar sus marcas, que no escribiese más en mis páginas y que se marchase con sus palabras a otra parte donde yo no pudiese verlo ni olerlo, pero el destino, que es muy caprichoso cuando quiere, hizo que la curiosidad nos embargara a los dos. ¿De dónde salía su tinta multicolor? ¿De dónde provenía la mía y por qué era así?
No entendía nada y eso me tenía completamente asustada.
Un día, un misterioso chico, empezó a enseñarme como escribir con colores teniendo solo un tintero oscuro, como la caligrafía podía cambiar, como se podían añadir canciones, fotos, olores, comidas, recuerdos...a unas páginas que antes solo contenían palabras de tristeza y sufrimiento.
Pero, oye, que esto no era un cuento y aquí una servidora estaba muy asustada de que su vida diese un giro de 180 grados de un momento para otro, entonces, como todo lo que hacía cuando tenía miedo, le dio el punto y final a un magnífico capítulo que le había gustado mucho vivir. "Era pasajero" escribía una y otra vez autoconvenciéndose de que así era mejor.
Un día decidió irse y en esa aventura descubrió un libro antiguo. Un libro que le mostró unos capítulos de otro sin decirle nada. Cuando la chica lo leyó pensó que se moría. ¿Qué había hecho? Había a alejado la única oportunidad de aportar color a sus páginas. Ella quería conservar a su pluma multicolor.
Cuando volvió pensó que ya era demasiado tarde pero se llevó la sorpresa de que la pluma se había vuelto negra, como ella, y que solo diciendo lo que verdaderamente sentía podían recuperar su color.
- Te quiero- le dijo con total sinceridad.
Y entonces, como si fuese un ave Fénix, la pluma volvió a recuperar su color, y no solo eso, la chica dejó de ser solo negra, ahora también era morada, celeste, amarilla, roja, rosa, naranja, verde...
Y...tras muchos altibajos entre sus páginas...ambos hicieron su primera página juntos...
Y en eso estábamos, con una Jinyoung jadeante y vestido solo con un par de gotas de sudor empujando entre mis piernas.
Después de la primera vez, al día siguiente, le siguieron muchas más. Me gustaba como se movía encima mía, me gustaba como lo hacia yo y ahora ya solo quedaba hueco para el placer.
- Joder....podría estar así el resto de mi vida- jadeaba.
- No pares...por dios no pares...- le contestaba.
En la cocina, en el baño, en la habitación, en el sofá, en el suelo....donde fuese era buen sitio, y ahí estábamos, en el suelo del salón sin haber podido llegar a la habitación de las ganas que nos teníamos.
- ¿Qué me has hecho?- gemía estando ya casi a punto.
- Quererte hasta el final de mis puñeteros días- me contestó.
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Mi estúpido vecino
FanfictionEn la vida de Park Suni no había sido todo color de rosa. Tenía un pasado que ocultar, unas pesadillas que combatir y ahora un nuevo vecino que afrontar. - Quiero saber más de ti- - Deberías tenerme miedo, no curiosidad- - No puedo temer a una ch...