Saliéndose del camión noctambulo, miro Eyemouth, Scotland, no había podido descansar bien, a pesar de ser de noche, y que tengan camas... no era el mejor lugar para tomar una siesta; camino entre las calles, llenas de neblina, eran casi las cinco de la mañana, había unas personas en el lago, listas para pescar.
El aire olía a pescado, pero el rudimental la mando a ese lugar, alcanzaba a ver montañas al final del bosque, donde sobresalía el punto azul, su futuro mentor.
Le pareció necesario reservar una cama o un cuarto, al igual que desayunar algo, colocando su mano en su estómago, saco el mapa de su madre, que es bastante útil, la zona estaba entre el verde y el rojo, por lo que andaba bien; busco un hostal mágico, debido a que no tenia dinero Muggle para cambiar.
«Witch-hat»
—Una cama, por favor —dijo Destiny entrando, la mujer le observo con cuidado.
—Cinco galeones, son tiempos difíciles —replicó extendiendo su mano, la chica giro los ojos, y saco su monedero.
—Espero que eso incluya el desayuno —gruñe Destiny entregándole las cinco monedas.
—Eso serán dos galeones.
—¿Me quiere ver la cara, solo porque soy menor? —le cuestionó apretando los dientes, y dejando de esculcar en su monedero, la mujer sonreía con astucia, pero la chica no tenía nada de dinero muggle, por lo que, a regañadientes, pago lo dicho.
Tomando la llave, colocó sus cosas bien guardadas, y por cualquier cosa, se colocaba el porta varitas, que compro con Madame Malikn, luego se puso una nueva ropa, unos pantalones de mezclilla, una blusa pegada, y colocándose el porta varitas en su antebrazo derecho, cubriéndose con un suéter oscuro estilo colegial y unas zapatillas de deporte que había comprado en Florida.
Comiendo un cereal, un plato de fruta, un café y unos wafles, creyó que le vio la cara, pero por lo menos le andaba sirviendo bien.
Expandió el mapa enfrente de la mesa, y lo comparaba con la ubicación que salía en el libro, desearía saber que Ruddian seria su mentor esa vez, pero también escribía una carta a Dumbledore, pidiéndole que le dejara encargarse de encontrar al vacante para ayudar a la señora Pince, no que le importe, pero es la mejor manera que no llame la atención.
—¿Planeas un viaje a las montañas? —le preguntó curiosa la encargada.
—Si —responde con simplicidad.
—Suerte, el lugar esta plagado de hombres lobos, he escuchado que están en una disputa.
—Gracias por el aviso, pero es plena mañana, no creo que haya lobos merodeando —le explicaba Destiny no sintiéndose atemorizada por ese hecho.
Termino su desayuno, y se marchó.
Eran las cinco de la tarde, cuando llevaba medio camino recorrido, y las montañas solo habían crecido un poquito, mientras había recorrido mas de lo planeado, tenia una hora mas, antes de que el sol se ponga, si no quería toparse con los hombres lobos o alguna bestias mágicas, por lo que decidió que regresaría, aunque... sus pies fueron atrapados por la tierra.
—¿Qué demo...? —pero antes de terminar de maldecir, alguien saltaba hacia ella, derribándola y listo para desfigurarle la cara, hasta que vio que se trataba de un amigo—. Grayson —dice alarmada.
—Des —pareció preocupado—. ¿Qué haces aquí?
—Lo mismo te iba a preguntar, ¿no deberías estar en Brigham?
Este le ayudo a levantarse, y la chica percibió que estaba sin camisa, por lo que apartó la mirada de su cuerpo, al igual que se alejaba del chico ruborizada.
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Destiny y el Principe Mestizo [DEH #6]
FantasyCon dieciséis años cumplidos, Destiny, es una de las más poderosas jóvenes magas en existencia, una de las pocas que ha podido hacerle frente a Voldemort, la más joven en la Orden del Fénix y en el mundo profesional del Quidditch; y esperando por pa...