Destiny se habia levantado, sin señales de una visita entre sueños como es usual, sus ancestros se han quedado callados, por mucho tiempo, asimilaba la chica, golpeándose la nuca, para saber si eso lo reactivaría, pero no ocurrió nada, por otro lado, miraba a Fleur, que tenia regalos que se veían bastante... caros, y como se dirían... finos.
Asomándose en su bota tenia bastante regalos, que no cabían en él, así que mirando, una con un envoltorio fuera de lo normal, le agarro y vio que era de Fleur.
—¿Que és? —le preguntó a la rubia mientras lo agitaba.
—Abgelo —le incitó, y eso mismo hizo, cuando vio que era comida, eran macarones, por lo que miraba un poco tímida a la chica, ya que no le había regalado nada de nada.
—No creí que me ibas a dar un regalo —comentaba algo incomoda, jugando con el paquete, viendo entre sus cosas algo que le pudiese regalar, pero alguno que otro era un cuanto... sospechoso, por lo que tan solo dijo—, creo que te hare un gran regalo de bodas.
—No tienes que pgeocupagte, Des —decía con humildad—, entge todos aquí, se que tu me apgecias por un seg humano, y no alguien insufgible o cabeza hueca, por lo que me conformo con tu compañía y amistad.
—Bueno yo... no soy una Weasley.
—Pego la señoga Weasley, te cuenta como una hija —señalaba con un deje de celos, por lo que
Se rascaba con incomodidad la cabeza, viendo los macarones intactos.
—¿Quieres uno? —le ofrecía sabiendo que era la mejor manera para desviar el tema—, desde mi viaje por los mundiales no he probado uno, y mucho menos con este tiempo —hablaba un poco triste porque las cosas no eran como antes, a pesar de que los adultos intentasen ver que todo estaría bien, pero... nada estaba bien.
—¿Esta todo bien, Des? —le preguntó Fleur.
—¿Está? —respondía sonriendo con tristeza a los macarones, recordó el café donde los probo junto con todo el equipo, a la mañana siguiente, con un café y cosas dulces, parecía que reír y pasar tiempo en las calles ya no era posible, miro a Fleur, que estaba pendiente—. No lo sé, Fleur.
Se olvidaba de abrir sus regalos, e iba al baño, con su cepillo de dientes y de cabello, además de la jersey azul verdoso, que es normal en los regalos de navidad, así que cuando abría la puerta, salía un poco de humo, por agua caliente, pero no pudo ver si había alguien ahí, hasta resbalar en el suelo húmedo, cayó encima de Fred, abrió los ojos horrorizada, porque estaban tan cerca, y al mismo tiempo... él estaba medio desnudo, solo tenía una toalla en su cadera.
—Fred —dice en un susurro, este tenía la mano la nuca—. Lo siento —se disculpaba, sin todavía levantarse—, es tu culpa por no trabar la puerta... ¡Buenos días! —terminaba sonriendo colorada por la vergüenza de ver a Fred.
—Buenos días a ti también —intentaba recobrar el aire, por el golpe—. Si... —intentaba pararse, pero no lograban mucho, por lo que cuando ambos terminaron completamente en la tina, Destiny encima de él, con un color bastante rojo en el rostro—. Ya, ahora déjame me paro...
Destiny cerraba los ojos, y cuando escucho que salía adolorido, se giraba a la casi pelirroja, que seguía viendo la tina.
—Vaya manera de empezar el día —dijo Fred divertido, viendo a la chica pararse, entre un par de resbalones.
—Si, tu lo dices —comentó intentando tranquilizarse, siendo ayudada para salir de la tina, quedando muy cerca del pelirrojo, que la observaba con tanta intensidad a sus plateados ojos, por el cual tan solo pudo contener el aliento.
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Destiny y el Principe Mestizo [DEH #6]
FantasyCon dieciséis años cumplidos, Destiny, es una de las más poderosas jóvenes magas en existencia, una de las pocas que ha podido hacerle frente a Voldemort, la más joven en la Orden del Fénix y en el mundo profesional del Quidditch; y esperando por pa...