Destiny y el Principe Mestizo [DEH #6]

Capitulo 15. Los entrenamientos de Desmonio.

Durante los siguientes días, Destiny se encontró a si misma pasando un montón de tiempo con Warrick, el chico era bastante interesante, ya que tenía muchas cosas que contar, anécdotas terroríficas y ultramente divertidas que relatar, por lo que siempre esperaba ansiosa esos momentos a solas que tenían.

Mientras tanto, Harry batallo en un par de entrenamiento, para que Destiny formara parte de los que tenia ideaba con la esperanza de que los realizara; la chica se abstenía con bastante fuerza, a lo cual, Harry tuvo que tomar medidas drásticas, y podía terminar bien o mal.

—Mira, Des, si no entrenas ahora mismo, voy a tener que prescindir de tus servicios —soltó Harry cruzándose de brazos.

—¿Que has dicho? —le preguntó con la mirada seria.

Tragando saliva con dificultad, intento plantarse con la misma seguridad de hace unos segundos.

—Me has escuchado bien, voy a tener que prescindir de tus servicios si no entrenas —repitió la orden, observando que a la chica no le agradaba nada lo que decía, por lo que esperaba encontrar ayuda en algún integrante.

—Ahora mírame a mí, Harry —tomó el mentón del chico, mientras ella se acercó lo suficiente como para ponerlo nervioso este trago saliva con dificultad—, hay muy pocas cosas que tomo en serio, el quidditch es una de ellas —le soltó del mentón, atrapando una bludger a mano desnuda—. Mas cuidado.

Le dio un leve empujón para que se alejase. Se colocó un mechón de cabello detrás de su oreja, como si no haya sido nada, observando a Harry ahora.

—Así que no dejaría mi entrenamiento en manos de tu mediocridad —le aclaró, sonaba tan franca, Harry conocía bastante bien a Destiny, como para saber que a ella no le importaba si lastimo sus sentimientos—, por lo que te propongo algo.

La chica le miro de frente.

—Diría que fuera un mes, pero pediré una semana de entrenamiento —comentaba con un dedo cerca de su rostro.

—¿Y harás todo lo que yo diga? —preguntaba algo incrédulo, asintió algo preocupada, pero lo confirmo asintiendo un par de veces mas la cabeza—. Antes de que acepte lo tengo que comprobar, ¿de acuerdo?

—Trato —aceptó Des, estrechándose la mano—. Tengo que ir a entrenar... le compruebas en el siguiente entrenamiento.

—Estamos entrenando ahorita —le señala impaciente.

Le sonríe suavemente, despidiéndose con la mano, esta fue con Invierno, cuando llego, fue sorprendida por unas agujas de hielo, para su suerte, pudo esquivarlas propulsándola con el aire.

—¡Mal!

Le lanzó una clase de bola de hielo, la cual sostuvo y dejo caer con las manos ardiéndole, la soltó, pero Invierno se acercó a ella, sacándole un gran susto, por lo que respirando hondamente, exhalo un caliente y ardiente aliento de fuego, la mujer retrocedió por unos segundos, esquivando el aliento de fuego, tenia un filo saliendo de la palma.

—¡Terrarmor! —soltó con rapidez, la tierra se desprendió con rapidez y salió una armadura de roca, la cual desarmo, mientras el empuje del golpe de Invierno—. ¿Qué te ocurre?

—Rapidez, mala, reflejos, buenos —señaló la mujer, creando una maza de hielo en sus manos, sabiendo de que se trataba, estaba tomando nota de sus habilidades en batalla, por lo que creando lo que había estado practicando en la Madriguera, su cuerpo empezó a emitir esas vibraciones, pero al momento de moverse, Invierno, le hacia una cortada en la parte baja, haciéndola retroceder—. ¿Duele? ¡Nadie te dará el tiempo para que invoques tus rayitos!