Capitulo 37. El nuevo guardian.

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La noticia de que habían envenenado a Ron se extendió como la pólvora al día siguiente, pero no causó tanta conmoción como la agresión sufrida por Tom. Por lo visto, la gente creía que podía tratarse de un accidente, dado que Ron se hallaba en el despacho del profesor de Pociones en el momento del envenenamiento; además, como le habían dado un antídoto de inmediato, en realidad no le había pasado nada grave. De hecho, a la mayoría de los estudiantes de Gryffindor les interesaba más el próximo partido de quidditch contra Hufflepuff, ya que muchos querían ver cómo castigaban a Zacharias Smith, que jugaba de cazador en el equipo de esa casa, a causa de los comentarios que había hecho por el megáfono mágico durante el partido inaugural contra Slytherin.

—¿Qué haces aquí? —le preguntó en pleno desconcierto Destiny, cuando jugaba con la quaffle en su mano.

—Seré sustituto de Ron —responde levantándole una ceja, este se acercaba decidido, dedicándole una sonrisa, mientras le miraba de arriba a bajo, y mas cuando estaba inclinada hacia atrás, mientras el trasero de la chica se pronunciaba en sus pantalones ajustados.

—¿Qué te ocurre? —le preguntan sosteniéndole de la camiseta, era Warrick quien le hacia cara—. Deja de ver a mi novia.

Estuvieron un tiempo realizando un buen entrenamiento, aunque se dio cuenta que el sustituto de Ron, Cormac McLaggen andaba criticando a todos los jugadores, y hablaba largos tiempos con Harry en los entrenamientos inclusive mientras estaban fuera. La chica en verdad no lo soportaba mas, inclusive Lavender estaban pisándole los nervios.

—Harry, tienes que hacer algo —le exigía al chico, que examinaba el mapa del merodeador después del entrenamiento de ese día.

—Aja.

Soltando un gruñido le sacaba el mapa de la vista, mirando a Harry directamente, quien estaba ofendido y al mismo tiempo realizaba un mohín.

—Tu obsesión con Draco esta yendo muy lejos —le advertia enfadada—, este partido es importante, Harry, y te esta valiendo madres.

—¿Qué quieres que haga? —preguntaba levantándose, intentando sacarle el mapa, pero Destiny era mas rápida, y alzaba el mapa, evitando que lo tome.

—Prestarme atención —aclaraba, retrocediendo antes de que pudiese saltar.

La chica ebozaba una sonrisa, mientras este intentaba sacársela, la chica era hábil, por lo que a Harry le estaba costando mucho poder quitársela, y aunque la sonrisa de superioridad de Destiny la sacaba de sus casillas, intentaba lo mejor que podía.

—No lo vas a lograr, Harry —se paraba en un banquillo de los vestidores, observando a Harry quien estaba decidido a obtener el mapa—, por lo que...

Se interrumpió cuando este brincaba sobre ella, y no sabia que hacer, tan solo fue llevada hacia atrás, golpeándose contra el suelo, ambos de sus cuerpos estaban juntos, la chica abría los ojos adolorida, con los ojos de Harry cerca suyo, y su aliento pegando sus labios.

—Des —dice casi sin aliento, su corazón tamboreaba con tanta potencia contra su pecho, que parecía estallarle, estaban tan cerca que parecía la situación perfecta para robarle un beso—. Lo tengo —hizo distancia, señalando que habia cogido el mapa.

—Pero lo digo en serio, Harry —comentaba girando los ojos, para no demostrar que esta nerviosa—. Tienes que tomar cartas en el asunto.

Por otra parte, Lavender continuaba acercándosele con sigilo para hablarle de Ron, y Destiny consideraba que eso era aún más agotador. Al principio a Lavender le molestó mucho que nadie le hubiera informado de que Ron estaba en la enfermería («¡Hombre, soy su novia!»), pero por desgracia decidió perdonarle a Destiny ese fallo de memoria y optó por mantener con ella frecuentes y exhaustivas charlas acerca de los sentimientos de Ron, una experiencia sumamente desagradable a la que Destiny habría renunciado de buen grado.

—Oye, ¿por qué no hablas con Ron de esto? —le sugirió Destiny tras un interrogatorio particularmente extenso que lo abarcaba todo, desde lo que había dicho exactamente Ron acerca de su nueva túnica de gala hasta si Destiny creía o no que su amigo consideraba «seria» su relación con ella.

—¡Lo haría si pudiera, pero cuando entro a verlo siempre está durmiendo! —se quejó Lavender.

—¿Ah, sí? —se asombró Destiny, pues ella lo encontraba completamente despierto las veces que subía a la enfermería, muy dispuesto a insultar a McLaggen en cuanto fuera posible.

—¿Sigue yendo a visitarlo Hermione Granger? —preguntó de pronto Lavender.

—Sí, me parece que sí. Es lo normal, ¿no? Son amigos —contestó Destiny.

—¿Amigos? No me hagas reír. ¡Ella pasó semanas sin dirigirle la palabra cuando Ron empezó a salir conmigo! Pero supongo que quiere hacer las paces con él ahora que se ha vuelto tan interesante...

Se escucho un oído sordo golpeando el piso.

—¿Crees que es interesante que te envenenen? —preguntaba irritada—. Dos cosas, sino es que tres, una, tu y yo no somos amigas; dos, te recuerdo que ambos son mis amigos, y tercero, recuerdas lo que dije en el curso pasado, que te sucederá si te escucho hablar mal de ellos —la mirada temerosa de Lavender le dijo más que mil palabras—. Qué bueno que ya estamos en la misma página, hasta luego. 

Ese mismo día, Destiny estaba hablando con Harry, discutiendo sobre algunas movidas, McLaggen se acercaba a ellos con suma confianza.

—¿Puedo ayudarles? —ambos le ignoraron, se aclaró la garganta ruidosamente, que no tuvieron de otra, mas que prestarle atención.

—Deberías ir con la señora Pomfrey —le aconsejaba la chica, mirando con detenimiento a Warrick y Grayson, que hacían una gran cubierta alrededor de la cancha—. Creo que debemos cambiar la distribución de los...

—Escucha Destiny, ¿así es no? —hablaba McLaggen—. Creo que debemos enseñarles a batear mejor, Greyback carece de dirección en su bateo, mientras que Evander parece que fue enseñado por una chica.

—¿Y que tiene que fuese entrenado por una chica? —preguntaba dejando a un lado su escoba.

—Parece que esta acariciando la bludger.

—Acariciando —bufó acercándose—. Te mostrare la caricia que hace Warrick con la bludger.

—Espera, Des —la detiene Harry poniéndose en medio—, le necesitamos.

—Puedo ocuparme del puesto de este, rubio —gruñía entre dientes.

—Ve a entrenar...

—A y tus anotaciones, Des —la chica se detuvo en seco—, se que formaste parte de equipos de quidditch, pero todo es gracias a tu padre que esta bien conectado —giro sobre sus talones—, no es que seas tan talentosa como dicen, porque lo que veo ahorita es...

—Cierra la boca —apartaba a Harry del camino, pero estaba por darle un golpe, cuando es detenida, sosteniéndola de los brazos—. Dejen que le cierre la boca, se esta metiendo conmigo y no voy a dejar que deje crías.

Warrick intentaba lo mejor que podía, porque Destiny estaba haciendo todo lo posible por borrarle esa sonrisa, aunque el chico también deseaba romperle la cara desde hace unos días, pero por cuestiones del equipo, no dejaba que su novia lo hiciera, porque entre ambos lo harían papilla.

—No vale la pena, yo también quiero romperle la cara, no creas —la chica pareció tranquilizarse, aunque no por mucho, vio como su mano hacia un ademan, y mandaba un globo de aire directo a su abdomen haciéndole perder tanto el aire como caerse de espaldas.

—Si se vuelve a meter conmigo, le mato —advertia subiéndose las mangas.

Destiny y el Principe Mestizo [DEH #6]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora