Destiny no paso mucho tiempo con sus amigos, salvo para las horas de clase, ya que en las horas de descanso, se iba a hablar con el mismo chico de ayer y Warrick, con quienes parecía que andaba tramando algo, estos tenían miradas de desacuerdo de ver en cuando, la casi pelirroja se notaba irritada y desesperanzada en algunos momentos.
Hasta que al terminar por fin las clases de ese día, se iba con una quaffle desgastada y parecía ponchada, a pesar del material que tiene.
—¿Por qué no me dejas que te acompañe a entrenar? —le propuso Harry, observando que la chica tenia ropa para salir, al igual que una mochila de viaje llena de cosas.
—Me tengo que ir, Harry.
—Vamos, puedo aprender un poco de ti, para instruir a los demás —replicaba, la chica soltó una sonrisa de halago, deteniendo su paso, observándolo por encima del hombro.
Ella se acercó, a grandes zancadas, para abrazarlo con fuerza en pleno pasillo, el corazón del azabache parecía latir con fuerza, sus mejillas se sonrojaron y mas aun cuando la chica besaba su mejilla.
—Nos vemos luego, Harry —dice con tranquilidad, yéndose con el sol poniéndose.
Soltando un resoplido, se marchaba al gran comedor, tenía una extraña sensación creciendo cada vez mas con fuerza, era diferente a la que alguna vez habia sentido y todo se centraba en Destiny, mirando a Ron y Hermione, quienes estaban compartiendo opiniones, esperaba ver a la casi pelirroja comer, pero ella no estaba.
Era tan extraño no tenerla a su lado como es habitual.
Estaban fuera de los territorios de Hogwarts, y un poco lejos de Hogsmeade, Destiny tenia el hechizo para convertir la quaffle en un traslador, Warrick y Zander estaban ahí parados observando a la chica, que intentaba entender el hechizo.
—¿No prefieres que volemos hasta ahí? —le ofrecía Warrick.
—El plan es llegar hasta Rumania —contestaba la chica incomoda con la idea de volar en escoba hasta ahi—, volar en escoba no creo...
—La idea de Warrick es que nos transformemos en dragones —le interrumpe Zander extendiéndole su amable sonrisa, por un momento se quedo sin palabra.
Odio que tengan esa clase de efecto... veela, solo lo odio.
—Entonces creo que tan solo lo hechizare para venir a Hogwarts —explicó la casi pelirroja, ya que la dificultad estaba en que no sabia muy bien donde se encontraba el lugar, y así era mas seguro de llegar o eso creía.
Zander y Warrick se transformaron en grandes dragones, Zander era un gran dragón de azul eléctrico, mientras que Warrick estaba completamente oscuro, como un negro ónix, Destiny se acercaba a ellos, sorprendida, sintiendo las escamas, eran una sensación extraña, pero le gustaba, nunca había estado tan de cerca de un dragón.
Destiny tomo los equipajes, y los acomodaba en su espalda, lo mejor que pudo, para luego subirse en el lomo de Zander, eso es lo que pareció que le indicaran, y cuando esta subió, al momento de tomar vuelo, casi perdía el equilibrio, se tuvo que agarrar fuerte del crin de Zander, quedando su pecho pegado al lomo del chico.
La noche caía al vuelo de los chicos, pero no tardaron tanto como Destiny esperaba, llegaron casi a media noche, pero el viaje había sido entretenido, un cuanto frio, pero la casi pelirroja estaba con una sonrisa en el rostro, debido a la cercanía que tenía con el cielo, las escamas de los chicos brillaban diferente cerca de la luz lunar.
—Eso ha sido increíble —señalaba la chica danzando en un lugar a otro, sacando el mapa, y un pergamino con las notas de la misión—, debimos haber volado cuando estábamos en sus tierras.
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Destiny y el Principe Mestizo [DEH #6]
FantasyCon dieciséis años cumplidos, Destiny, es una de las más poderosas jóvenes magas en existencia, una de las pocas que ha podido hacerle frente a Voldemort, la más joven en la Orden del Fénix y en el mundo profesional del Quidditch; y esperando por pa...