4 - ¡Sal de mi cabeza!

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•Alex•

Los días y las noches me torturaban desde que había vuelto a ver a Piper... Despertaba agitada por esa maldita pesadilla o bien, porque soñaba que la hacía mía otra vez... Eso podía remediarlo a veces por mi propia cuenta, pero cuando aún así no bastaba, siempre estaba la ducha fría esperando a bajar mi creciente excitación solo de soñar con ella...
Muchas veces me descubría llorando de frustración bajo el agua de la regadera, me sentía tan sola sin ella a mi lado a pesar de que ya eran años en los que habíamos estado separadas... No había nada que lograra distraerme de ella, siempre se hacía presente en la más mínima de mis acciones y odiaba que fuera así... No podía estar perdiendo la cabeza otra vez por alguien que ya ni siquiera me piensa y mucho menos me quiere a su lado...
Me sentía bastante estúpida, como una adolescente obsesionada con su primer amor de secundaria, y no es que hubiéramos sido eso, pero al menos ella para mí era el amor más sincero que jamás había sentido... A pesar del paso de los años no podía entender cómo es que lo nuestro había terminado, después de tanto amor, tantas promesas, tantos bellos momentos, y la manera radical en que yo había cambiado por ella, mi cerebro aún no era capaz de procesar esa ruptura, y a decir verdad ni siquiera estoy segura de que algún día logre entender cómo sucedió...

Por las mañanas, al ir al trabajo mi humor era el peor que había tenido en quien sabe cuánto tiempo y Nicky me lo echaba en cara empeorando el asunto... Cada vez que llegaba a la oficina ella insistía en que debía distraerme, debía sacar a Piper de mi sistema y yo sabía que debía ser así, pero no podía hacerlo por más que trataba y me frustraba que Nicky me lo dijera como si fuera tan fácil como respirar...
Constantemente peleabamos por eso, y ella seguía sin respetar mi espacio y sin cerrar la boca...
Qué decir cuando estaba con Silvie, mi relación con ella se había vuelto insoportable, ni siquiera prestaba atención a lo que me decía, y ella me regañaba una y otra vez porque me perdía a mitad de su conversación... Sobre todo cuando trataba temas relacionados con nuestro próximo matrimonio, no podía soportar hablar de todas esas trivialidades, y a estas alturas ya ni siquiera sabía si quería un evento en grande o si realmente estaba lista para casarme con ella...
La había llenado de joyas y otros regalos para compensar mi ausencia emocional y de todo tipo con ella... Esa era la parte buena de Silvie, con un buen collar o un par de tacones caros ella dejaba a un lado sus dramas más que complacida...
Nuestra vida sexual también había disminuido considerablemente, no me apetecía tocarla y cuando no podía evitarlo y ella estaba insistente, cedía pero me mordía los labios tratando de no invocar a esa rubia de ojos azules que me tenía mal a mitad del orgasmo... Y eso cuando lograba conseguirlo, porque generalmente mi mente estaba tan lejos de lo que pasaba que no llegaba a sentir gran cosa con Silvie intentando hacerme gozar...
Todo en mi vida estaba resultando más desgastante que nunca, no podía concentrarme ni hacer nada con la facilidad que usualmente lo hacía antes de que Piper volviera a aparecer en mis pensamientos y en mi vida...

Me atormentaba día y noche, su recuerdo, sus besos, su cuerpo... Anhelaba todo de Piper, tenerla para mí otra vez, besar sus dulces labios y perderme en su aroma olvidando todo lo demás... Pero eso era imposible, me había prometido que iba a dejarla seguir con su vida y con su novio, no debía interponerme y menos, dejar que mis tontos sentimientos se apoderaran de mí...

Había salido a beber un par de veces sola, pero eso no me satisfacía en lo absoluto, necesitaba hablar con alguien y desahogarme... Y como bien sabemos, en mi vida no hay nadie mejor para eso que mi mejor amiga.
Así que le pedí a Nicky acompañarme a un bar sin importar cual fuera...
Ella pasó por mí a mi departamento, para que yo pudiera perderme bebiendo y ella condujera de regreso... Aguardé por ella en la terraza del jardín de en frente, y debo decir que el lugar me quedaba bastante grande, era una fortaleza enorme en la que solía encerrarme sola y a veces, cuando mi guardia estaba baja, permitía a Silvie quedarse conmigo ahí... Pero tanto espacio solamente me hacía sentir vacía, porque ese lugar, por más bello que era, jamás sería un buen lugar para mí si no estaba ella aquí... Si Piper no se quedaba conmigo encerrada a hacer nada a mi lado...
Por fin escuché el claxon de su auto llamarme avisando que ya estaba afuera, así que me apresuré a vaciar la copa de la que había estado bebiendo, tomé mi bolso, mis llaves y mi celular para salir y subirme al auto de Nicky con destino a una borrachera como no la había tenido en mucho tiempo.
Nos saludamos y ella condujo en silencio un momento y después por fin habló.

DON'T YOU FUCKING LEAVE MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora