#2

727 72 6
                                    

—Gusto en conocerte Perrie –dijo Zayn soltando mi mano—. ¿Eres nueva por aquí?

—Sí, llegue ayer.

—Yo igual.

—Parece que Malik ya encontró pareja –dijo un hombre mirándonos sonriente—. Y está muy buena –siguió dándome una mirada de pies a cabeza y soltando un silbido.

—No los escuches, son sólo unos idiotas.

—Ya lo sé –respondí mirando al hombre cortante—. Bien, debo seguir mi trabajo.

—Muy bien.

Volví a mi estancia de trabajo y termine la tuerca. Se la mostré al oficial que estaba de cargo y me dijo que debía hacer otras 30 iguales. Abrí los ojos como platos. ¿30 tuercas en un solo día? ¿Quién creía que era? ¿Many el constructor?

Regrese a mi mesa sin decir nada para no tener problemas. Tome otro pedazo de metal y volví a hacer lo mismo con la anterior. Y así seguí, volviendo a hacer lo mismo y lo mismo por las otras 2 horas.

—Hora de salir –informo el oficial mirando la hora en su reloj—. Tienen 15 minutos de descanso.

Suspire y espere a que todos pasaran para no ser aplastada. Salimos al parque trasero de la prisión y los convictos se dispersaron por todos lados. Camine hasta un rincón y me senté a esperar que el receso terminara. Cerré los ojos esperando al menos quedarme dormida.

—¿Puedo sentarme? –pregunto una voz frente a mí. Abrí los ojos encontrándome a Zayn mirándome—. ¿Puedo sentarme? –repitió.

—Oh sí, claro –me moví un poco hacia la derecha haciéndole un lugar. Se sentó junto a mí.

—¿En qué pensabas? —pregunto.

—En nada —alce los hombros—. Simplemente esperaba quedarme dormida o algo para que esto fuera más rápido.

—Oh, entonces te dejo sola —empezó a levantarse.

—No espera —lo tome de la muñeca. Una corriente eléctrica empezó a recorrer mi brazo—. Ya que estas aquí, quédate.

—Muy bien —volvió a sentarse. Nos quedamos callados mirando hacia la nada hasta que Zayn lo rompió—. ¿Cómo terminaste aquí?

Solté un suspiro. —Mate a mi novio y a mi mejor amiga. Los encontré acostados y… no reaccione de la mejor manera. Los vecinos llamaron a la policía por los gritos —confesé.

—Oh —soltó algo incómodo—. No te veía como la chica que fuera capaz de matar a alguien.

—Yo tampoco —susurre—. ¿Y tú?

—Robe una joyería. Pensé que todo sería solo un juego, hasta que me di cuenta de que mis amigos enserio estaban robando. Ellos corrieron, pero yo no tuve tanta suerte y me atraparon.

Asentí.

—Parece que ambos fuimos engañados por las personas que alguna vez confiamos.

—Eso parece.

El timbre sonó y todos los hombres empezaron a entrar. Ambos nos levantamos y caminamos hacia la entrada para volver a nuestros trabajos.

—¡Arriba! —grito el guardia. Abrí los ojos y me levante de la cama perezosamente—. Hoy es día de ducha.

Abrió mi celda y salí de ahí con una toalla en la mano. El guardia nos guio hasta las duchas y luego se dio la vuelta. —Tienen 5 minutos cada una.

Love in Prison » zerrie PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora