XXVI UNA MUJER EXTRAÑA

898 144 47
                                    

El viaje había sido muy agotador no contando el montón de emociones que experimente cuando él estaba junto a mi susurrando en mi oído.

Nuestros amigos se habían tomado el tiempo de hacernos una fiesta de bienvenida, eran pasadas de las 2 de la mañana cuando vi a Kongpob sentarse en uno de los muebles con dificultas: seguramente por el exceso de alcohol, el medico lo ha prohibido, pero creo que no está mal que tome un poco para relajarse, aunque viéndolo bien creo que se ha pasado de lo “aceptable”, lo observe desde la barra por más de 40 minutos quizá una hora mientras platicaba con mis amigos.

Vi cómo acomodaba su cabeza con dificultad buscando comodidad, pero él es grande, jugar baloncesto durante sus últimos 2 años en la universidad solo le añadieron centímetros de altura.

Me despedí de mis amigos indicándole a Prem que era hora de irse.

-Ya era hora, Wad ha dormido desde las 12- se quejó mientras removía a su novio de su regazo.

-Lo siento- dije con un movimiento de labios sin hacer ningún tipo de ruido.

-Pensé que habían sido 16 horas de viaje, pero creo que nos mentiste- se mofo nuevamente.

Lo mire por el rabillo del ojo con molestia y el rio sonoramente al ver que había logrado fastidiarme.

-Vamos Wapito- vi como Prem intentaba despertar a Wad y sonreí ante la escena ridícula que estaban haciendo- despierta cariño- besó su frente- debemos irnos- beso una de sus mejillas- es hora- beso sus ojos- levántate- beso su boca.

Logrando con su objetivo.

Despertó, ¿y así quien no?

-mmm- Wad enjugo sus ojos y camino envuelto en los brazos de Prem.

Inconscientemente gire la vista a otro lado, su miel me está dando ganas de vomitar, pero eso no era lo que me molestaba si no el hecho de que no pudiese hacer eso con mi novio.

- ¡Tráelo! - grito Prem antes de salir del bar al verme parado.

Nuevamente estaba nervioso, no sabía cómo actuar, me sentía hasta cierto punto incómodo.

Reuní el valor y me acerqué a él moviéndolo cuidadosamente.

–Kong – llamé, lentamente se sentó derecho en el sofá o al menos eso intento –Es tarde debemos irnos- tome su brazo para ayudarlo a ponerse de pie y al ver la dificultad para caminar lo ayude hasta el auto de Prem

- ¿Qué fue eso? - pregunto Prem después de recorrer cierta distancia en silencio.

- ¿El qué?

- ¿Están bien?, pregunto por qué lo de ustedes en lugar de mejorar parece que vienen a firmar el divorcio- se hecho a reír.

Con letras de hierro (Arthit Y Kongpob) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora