Con letras de hierro (Arthit Y Kongpob) [COMPLETA]

XXVII TE HE PERDONADO

- ¿Qué hora piensan llegar?

-Ellos salieron del bar en este momento en poco estarán allí.

La línea fue cortada y la espera estaba por concluir.

⚜️

POV KONGPOB
[🦁]

La mujer no dejaba de mirarme, pero solo platicaba con la persona a mi lado, me estaba desesperando, la manera en la que ella se escabulló dentro del departamento no me parecía correcta.

- ¿Él qué hora piensa irse?

La pregunta me hizo poner los pies en la tierra, ¿Qué se creía? Esa pregunta es la que yo debería de hacer, ¿acaso no le ha quedó claro lo que somos P'Arthit y yo?

-Él pasará la noche aquí- respondió P'Arthit revolviendo las sobras de su alto con el tenedor sin levantar la vista - ¿Alguien viene por ti?

-Si, están esperando en el estacionamiento- dijo poniendo en de pie - Un gustó SEÑOR- se despidió efusivamente - Espero nos volvamos a encontrar, pero no en la misma situación- me pareció verla sonreír, pero me hizo sentir más incómodo recordándome lo que ella había visto.

- ¿Situación?

-Oon pierde cuidado, márcame más seguido, suelo extrañarte- mis venas resaltaron al sentir mi sangre hervir. Esta mujer era una descarada y este tipo actuaba de lo más normal.

¿Era su venganza? ¿Ya no me quiere?

- ¿No te piensas bañar? - dijo lanzándose una toalla en la cabeza reduciendo mis pensamientos a nada.

Me levanté para entrar al baño viendo de reojo como P' entraba en la cama a gatas arropandose con el cobertor: tenía a la persona más tierna del mundo.

Aún cuando el fuese ya un hombre grande no dejaba de ser tierno.

Decidí relajarme debajo del agua, frote shampoo en el cabello para después terminar el baño a pesar de que estuviese relajante el baño me sentía muy cansado del vuelo y no estaba de lo mas sobrio que se pueda decir.

Estaba por meterme a la cama cuando el teléfono de P' Arthit encendió en señal que un mensaje había llegado.

Lo tome para saber de quién era el mensaje baje la barra y lo que leí me quito el sueño, el cansancio y me quito todo alcohol que quedaba en mi cuerpo:

-Más vale que saques a Kongpob de tu departamento para mañana, las nupcias están casi listas y no puedes abandonarme.

Por un momento creo que mi sangre se ausento de mi cuerpo que mi corazón dejo de latir haciendo que perdiera el oxígeno generando un quejido de un dolor interno que se instalaba en mi pecho sin previo aviso.

Sentí como mis lágrimas mojaban mis mejillas lentamente y mi nariz parecía aguarse, tan solo un mensaje podía destruirme a tal grado.

Tome una sudadera, me calce y salí del departamento, necesitaba pensar, necesitaba gritar, necesitaba llorar, pero no podía hacerlo aquí.

Comencé a caminar e inconscientemente mis pasos me dirigieron a la cancha de baloncesto; no tenía un balón, pero no había nadie cerca, solo un loco sale a las 4 de la mañana a llorar ¿Cierto?

Comencé a subir las gradas corriendo y a bajarlas brincando con los pies juntos, en cada trote sentir el golpear de mi corazón, en cada salto sentir como la grieta en el se hacía más grande.