Con letras de hierro (Arthit Y Kongpob) [COMPLETA]

XXVIII TE HARÉ LLORAR

- ¿Cuándo piensa salir Kongpob del departamento? Date prisa y sácalo.

 

-Lo intentare.

 

-No lo intentes, solo sácalo- sentencio la voz del otro lado de la línea- Tenemos un acuerdo no lo olvides.

 

-No lo olvido, solo dame un poco de tiempo- rogo un tanto desesperada la voz.

 

-Tiempo es lo que no tengo, ¡¡¡SACALO MALDITA SEA!!!

 

La línea fue cortada dejando a la otra persona un tanto pasmada porque sabía que no tenía otra alternativa. Ya había comenzado y debía terminar.

 

POV ARTHIT
[🐢]

 

- ¿No te piensas bañar? – pregunte lanzándole la toalla para que reaccionada se había quedado en su nube.

Él se dirigió al baño y el grifo del baño sonó dejando caer el agua, había tenido suficiente por hoy, ya casi estaba por amanecer y tenía demasiadas preguntas en mi cabeza en especial ¿Cómo era que ella se había enterado que llegaría? ¿Por qué estaba a altas horas de la noche solo para verme? Pero no podía discutir eso enfrente de Kongpob ya que su estado etílico era algo elevado y la última vez la impresión no dejo nada bueno.

Tantos pensamientos, preguntas y teorías se estaban formulando en mi cabeza que no me fije en qué hora quede dormido.

Entre sueños escuche algo muy común de las noches de Nueva York: Kongpob llorando.

 

Había llegado el grado en que ya no me sentía abatido por su llanto pues a veces era muy excesivo o se dejaba llevar por sus sentimientos los cuales desde que llegamos a Nueva York se tornaron más sensibles.

 

Pero esta noche escuche como tomaba sus llaves y salía del departamento, me gire y vi mi teléfono encendido, lo tome y pude leer la razón de su llanto:

-Más vale que saques a Kongpob de tu departamento para mañana, las nupcias están casi listas y no puedes abandonarme.

Sonreí, esto era un juego de niños, realmente ella no podía llegar a tal extremo, conocía a Kongpob, pero alguien estaba jugando sucio...

Recordé las fotos y los momentos en que estas fueron tomadas, tenía alguien que me asechaba, pero esa persona me conocía o estaba siendo traicionado por un amigo…

Me calcé los pies y puse ropa más abrigadora para salir detrás de él, estaba confundiendo las cosas y desde el abrazo en el aeropuerto me pareció que al ser presionado con su pecho mi corazón volvió a latir, se reparó un poquito, solo un poquito y aun que el beso que nos dimos llegando fue como bálsamo tranquilizador.