XXXV NO PODEMOS SEGUIR ESCONDIENDO ESTO

1.1K 160 38
                                    

La alarma sonó despertando al menor que palpaba a desesperadamente la mesita de noche tratando de apagarla, pero le fue imposible encontrarla.

-Apaga tu alarma- vocifero contra la almohada al momento que golpeaba el brazo de Arthit con la intención de despertarlos, pero este parecía no querer hacerlo.

-Arthit- llamo nuevamente.

-Mmm- el mayor giro su rostro por debajo de las sabanas dejándose ver poco a poco mientras se removía entre ellas.

- ¡APAGALA! - alzo la voz Kongpob con molestia.

El estado encantador de Arthit había desaparecido dejando ver aquellos ojos llenos de coraje.

Salió de la cama aun con sueño frotando su ojo derecho con la manga de su pijama, pero molesto, totalmente molesto.

Apago la alarma y se metió al baño, el agua fría en su piel estaba relajando su cuerpo y refrescando su mente, necesitaba hablar con su novio, la noche no había terminado bien, antes de dormir había visto el registro de la compra de aquel billete de avión y llorado silenciosamente.

Solamente aquella idea que Kongpob lo abandonara nuevamente le dolía, necesitaba hablar con él y decirle la verdad, no podía seguir con esto.

Pero ahora más que nunca, saliendo del baño debía hablar con él, tenía que ir a la casa de sus padres o en poco comenzaría la segunda guerra mundial.

 
⚜️

-Kong- llamó al salir de la larga ducha, pero nadie contesto –¿Kongpob? – su corazón comenzó a latir desmedidamente sin dar intervalos normales, empezó a sudar, aquel sentimiento de soledad estaba apoderándose de él, sus ojos comenzaron a cristalizarse.

Corrió a la pequeña separación de la cocina y no había nadie allí.

- ¿Kon-gpob? - sollozo mientras su espalda se deslizaba por la fría baldosa sintiendo aquel cúmulo doloroso formándose en su estómago provocando las ganas de vomitar sin ignorar el nudo en su garganta formado sin ser notado.

Todo se estaba yendo por el caño tal y como ella lo había dicho anoche.

-Compro un boleto de avión.

No había tiempo de seguir pensando, se levantó rápido sustituyendo la toalla por ropa “decente” no fijándose si combinaba. Tomo las llaves y su teléfono, no debía estar tan lejos su novio, según Arthit no había tardado demasiado en la ducha ¿20 minutos era mucho?

Corrió a la puerta y al abrirla se encontró con su novio que estaba a punto de abrir la puerta.

Sus ojos se clavaron y sus miradas se profundizaron; los ojos del mayor lucían desorbitados y cristalinos en contraste a los del menos que parecían confundidos y un poco preocupados.

- ¿Planeas salir? - pregunto Kong rompiendo el silencio - ¿Así? – enfatizo señalándolo de pies a cabeza.

Arthit bajó su mirada y pudo ver que traía camisa de mangas con la botonadura desordenada, pantalones cortos de franela y en un pie una sandalia de baño mientras que el otro venia calzado con zapatillas deportivas.

Con letras de hierro (Arthit Y Kongpob) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora