T-ODD-O [REESCRIBIENDO] [+18]✔️

28.

¿Ella está aquí?

Punto de vista de Colette Stansonn

—¿De nuevo?

La voz de Odd logró erizarme los cabellos. Me giré sobre su cuerpo quedando yo arriba de él a horcajadas.

—Esta es como la ¿Tercera vez? ¿No te cansas?—pregunté sonriendo de lado, mientras me inclinaba sobre el haciendo que nuestros pechos desnudos se tocasen.

—De ti, nunca.

Después de habernos dicho cuanto nos amamos, Odd no perdió el tiempo para desnudarme en su cama y claro, no opuse resistencia, no podía negar algo de lo que yo también estaba dispuesta a hacer.

Esa noche fue la más apasionada que podía haber tenido, Odd era lo mejor dentro y fuera de la cama, sabía cómo hacerme llegar al extremo de desearlo, me tenía sobre la palma de su mano.

Me hizo suya de todas las maneras posibles que ni me había imaginado que existían. Su cama fue el campo de juego donde él era el jugador estrella y yo su balón de oro. Odd había llegado más allá de lo que Josh jamás pudo, en la cama y en mi corazón.

—Ah—gemí cuando sentí sus manos enterrarse en mi cintura. Sus embestidas eran fuertes y violentas haciéndome gritar.

—¿Así?—preguntó a través de un jadeo.

—Si, Odd—gemí mientras me hacía rebotar sobre él. Literalmente montada sobre él.

—Dime—gruñó aumentando la velocidad si es que eso era posible.

—Odd Wallace—dije entre gemidos—Ya...—mis manos volaron a su pecho para rasguñarlo, su fuerza y velocidad eran tantas que mi cabeza no podía pensar claro, mis uñas volaron a rayarlo sin piedad.

—Un poco más—susurró manteniendo constantes sus movimientos.

Continuó hasta que mi vientre comenzó a contraerse.

—Ahh—gemí al sentir el orgasmo golpearme tan fuerte que hizo mi cuerpo temblar. Odd llegó al climax al mismo tiempo haciéndonos suspirar a ambos.

—creo que ya es hora de dormir—dije rodando de nuevo hacia su lado en la cama.

—¿Ya tienes sueño?—su voz rasposa lo era todo pero aunque quisiera, mi cuerpo ya estaba cansado.

Asentí mientras me cubría con la sábana.

Sentí como Odd salía de la cama pero a los pocos segundos como se metía entre las sábanas haciendo que nuestros cuerpos desnudos choquen.

—Buenas noches Colette—dijo en mi oído pero mi cuerpo ya no tenía la suficiente fuerza para responderle.

Había caído en un profundo sueño sintiendo el brazo de Odd tomarme de la cintura y pegarme a él como si me fuera a escapar en la noche.

Claramente no me iría, por nada del mundo porque no quisiera estar lejos de él cuando sé que puede cambiar y puede aprovechar la única oportunidad que le he dado para estar a mi lado...

A la mañana siguiente un gruñido proveniente del otro lado de la cama me despertó.

—Buenos días bella durmiente—dijo Odd susurrando en mi oído.