T-ODD-O [REESCRIBIENDO] [+18]✔️

36. Procesando

¿Qué tienes Adler?

Colette Stansonn

¿Recuperar los terrenos? JÁ, que buen chiste.

Estaba terminando de colocarme la pijama, mi cerebro no paraba de analizar esta rara situación. ¿Porqué Odd le está ayudando?

Caminé hacia la puerta de la habitación y la volví a cerrar con pestillo, podía ser que Odd tenga la llave y pueda entrar pero no perdía nada con volver a cerrar.

Me recosté en la cama e intenté cerrar los ojos. Estaba cayendo en un profundo sueño cuando mi celular vibró sobre la mesa de noche.

Abrí mis ojos extrañada, ¿Quien estaría escribiéndome a estas horas de la noche?

Tomé el celular en mis manos y leí en la pantalla "número desconocido". Abrí el mensaje para leerlo.

De: Número desconocido
Para: Colette Stansonn
Odd no está diciendo la verdad.

Fruncí el ceño. ¿Quien se creía que era para decirme que Odd no decía la verdad? Ya había tenido una experiencia con números desconocidos y no quería volver a repetirlo. Borré el mensaje y lo bloqueé.

No podía negar que aunque el mensaje ya no esté en mi celular, mi cabeza seguiría repitiéndolo una y otra vez hasta sembrar una duda en mi interior.

Tiré el celular a un lado y me dispuse a dormir.

~~

Al despertarme levanté desorientada, volteé a ver a mi lado y no mentiré pero esperaba encontrarme a Odd a mi lado. No estaba y eso me puso de mal humor. Enserio me estaba dando el espacio que necesitaba.

Salí de la cama hacia el baño. Me lave la cara y me peiné el cabello para salir a desayunar. Una parte esperaba ver a Odd y la otra no quería.

Caminé descalza hasta la cocina para encontrarla vacía, solo con Paty sirviéndome el desayuno.

—Buenos días—dijo Paty sin dejar de moverse al rededor de la cocina.

—Buen día, ¿Donde está Odd?—pregunté tomando asiento frente a mi plato de desayuno.

—Hace un momento se levantó Señorita, pero le estaría mintiendo si le digo que sé dónde está.

Asentí tomando la tostada y untándola con crema de avellana.

—Paty, enserio estoy dandole mi alma y mi cuerpo en bandeja de oro a este hombre, con los ojos cerrados confío en el. No quiero equivocarme.

—¿Porqué me dice esto Señorita?

—Le di una oportunidad.