T-ODD-O [REESCRIBIENDO] [+18]✔️

44. Entendiéndolo

Para gustos los colores
Maratón parte 3

Colette Stansonn

—Gracias por venir Isa, necesitaba a alguien conmigo, si no, moriría de estrés sola.

Exhalé al ver a Isa entrar a la zona privada de la tienda donde Odd había reservado solo para los arreglos del vestido.

—Para eso estoy, en las buenas y malas contigo. Pero ¡Joder! Ese vestido no te hace justicia.

Me reí ante su expresión. Lo cierto era que no me gustaba mucho este vestido, era un escote corazón y estaba bonito pero yo siempre quise uno con corte en los hombros.

—Siento que mis pechos saldrán volando de este escote.

Isa comenzó a reírse de mis tonterías.

—Buen día damas—Habló la Sastre más reconocida de la ciudad que gracias a Odd y su nada humilde trasero pidió que ella fuera mi diseñadora—La dama a tu lado tiene razón, ese vestido no hace justicia a tu figura, ¿Has pensado en los vestidos con cola de sirena?

Mientras hablaba, la sastre escogía un vestido de los que tenía seleccionado.

—Pues realmente lo que yo quiero en mi vestido de novia soñado es corte en los hombros.

Voltee a ver a Isa quien ya estaba sentada en los sillones de espera hojeando una revista.

—Dime como es el vestido de tus sueños.

—El vestido de mis sueños es elegante, es formal pero a la vez coqueto, me hace ver alta y con porte a pesar de mi baja estatura—Un aura nostálgica me golpeó, ese era el vestido de mis sueños, pero ¿Sería esta la boda de mis sueños también? Si Odd me amara...

—No llores, si lo encontraremos—Habló la Sastre mientras me miraba por el espejo, voltee a verme y vi como mis ojos estaban empañándose. Isa igual me miraba por el espejo pero rápidamente me compuse.

—Está bien, estoy bien—dije tratando de sonreír mientras me limpiaba la cara.

—Lo tengo—dijo la sastre sacando un vestido hermoso de los estantes—Este es el vestido.

Entré al vestidor con la Sastre, se acercó a mí y ayudándome a quitarme el que traía puesto, me dió el que ella encontró. Al tomarlo en mis manos tuve un buen presentimiento.

—Levantaré está parte del vestido y tendrás que agacharte para poder colocarlo. Vamos.

Los vestidos de novia eran difíciles de poner por eso la sastre me ayudaba, se preguntaran ¿No tienes pena? Claro que si, pero luego se quita, ella es mujer también, hay cierta igualdad.

Salí del vestidor seguida de la sastre para encontrarme con una Isa sorprendida.

—¡Oh si! Ese, te ves como una diosa.