T-ODD-O [REESCRIBIENDO] [+18]✔️

42. La tormenta

Refugio
Maratón parte 1

Colette Stansonn

Llegué a la puerta de la casa de Adler. Ya estaba mejor, ya no lloraba.

Toque la puerta y esperé que Isabela abriera pero al contrario fue Adler.

—¿Colette?—preguntó investigándome, no era ciego y sabía que podía ver mis ojos rojos.

—¿Puedo pasar?—pregunté en voz baja, Adler asintió haciéndose a un lado.

Al entrar a la casa seguida de Adler, Isa salió de la cocina para interceptarme. Al verme su ceño se frunció pero no dijo nada, solo extendió sus brazos para fundirme en un abrazo. Eso era lo que necesitaba para llorar de nuevo sin cesar.

—Yo...—quise empezar a hablar pero no podía, no sabía que le diría.

—Tranquila ¿Ya desayunaste? Quédate y cuando estés más relajada puedes decirme que sucede.

Asentí alejándome de ella y dejándome llevar hacia la cocina. Estar con ellos me recordaba a cuando vivía aquí, Isa me sirvió dos panqueques con miel de maple, casi no tenía hambre pero los desayunos de Isa eran los mejores.

Desayunamos en silencio, nadie preguntaba nada pero siendo sincera no quería tener que decirle a Adler lo que sucedía.

—Tenían razón—hablé cerrando los ojos por un breve momento, ambos voltearon a verme—Odd encontró la manera .

Adler soltó su tenedor haciéndolo sonar contra la mesa.

Estaba a punto de decir algo pero lo interrumpí—Yo sé que ustedes se opusieron a que volviera con Odd, pueden llamarme estúpida pero yo lo amo. Realmente pensé que él me quería. Al principio solo era un maldito contrato pero luego me dijo que me amaba o eso pensé.

—¿Que dices?—Isa parecía estar enojada.

—Resulta ser que el contrato que me hizo firmar era falso. Todo fue falso Isa, el solo quería mostrarle a su padre que había madurado y  era merecedor de las empresas casándose conmigo y nada más.

—Deberías hablar con Odd...—Adler se había mantenido callado, fruncí el ceño viéndolo.

—Tu sabías ¿no?—ladee mi cabeza en su dirección un poco enojada.

—Bueno...mis especulaciones empezaron desde que aparecí en la oficina de Odd y me pediste que me quedara contigo. Cuando te fuiste con la organizadora de boda tuve un tiempo para revisar la oficina.

—Isa, tú también sabías ¿Cierto? Por eso pediste que mi organizadora de bodas esté en tu oficina, para darle tiempo a Adler de buscar.