55. Acepto

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Hable ahora o calle para siempre.

Hable ahora o calle para siempre

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Odd Wallace

—No llegará joder, Adler—susurré nervioso por tercera vez en el oído de mi padrino de bodas.

—Por milésima vez, si llegaran, ten paciencia.

Estábamos ambos en el altar, de pie junto al Sacerdote, los invitados ya estaban en la iglesia a la espera de la novia igual que yo en estos momentos.

—Te dije Ad, te dije que era mala idea que se la llevaran lejos de mí, Victoria jugó con su cabeza...ella ya no quiere casarse...

—Hombre, ¿Quién te quitó la seguridad? Ella te ama, ella fue quien te propuso matrimonio al final, confía en ti hombre.

Cerré los ojos sintiendo la gota de sudor caerme por el cuello, estaba muy nervioso y ya hasta el sacerdote se había dado cuenta.

Respiré profundo, mis nervios me estaban matando.

La música se escuchaba, el coro cantaba, el violín resonaba, los invitados se levantaron para ver a la novia entrar pero no entraba nadie.

—Adler...—volví a murmurar miedoso.

—Ya viene...—murmuró lentamente mientras miraba fijamente la puerta como si de un milagro se tratase.

Sabía que él también tenía temor que esto no sucediera ya que arruinaría sus planes con Isa.

Voltee a ver al suelo contemplando mis deslumbrantes zapatos, todo estaba demasiado limpio y arreglado. Sin duda esta boda era la boda del siglo y con mucha más razón no podía quedarme plantado en el altar en algún caso que Colette no se presente. La prensa moriría con mi noticia, lo pondrían en sus revistas y mi reputación...

—Odd Dios mío—susurró Adler a mi lado e inmediatamente me hizo elevar la cabeza hacia lo que sea que estuviesen viendo.

—No puede ser—exclamé en voz baja al verla entrar a la iglesia. Todo el aire en mi pecho salió dejándome sin aliento.

Venía adorable como siempre pero ese vestido la hacía lucir espectacular, lo más bello que mis ojos han visto, sus curvas se lograban dibujar con la mirada. El vestido blanco la hacía parecer un ángel, mi ángel, que había venido a mejorar cada minuto de mi vida con su sonrisa.

Se presentó. Nos vamos a casar en unos minutos.

Caminó hacia mí y tomó mi brazo sonriendo.

—Hola amor—susurré hacia ella mientras se colocaba frente a mí no sin antes entregarle el ramo a su dama de honor.

—Hola—dijo arrugando la nariz, sabía que lo hacia cuando estaba nerviosa pero se miraba tierna.

Queridos hermanos—el Sacerdote había comenzado—Estamos aquí junto al altar, para que Dios garantice con su gracia vuestra voluntad de contraer Matrimonio ante la Iglesia y la comunidad cristiana ahora reunida.—las manos temblorosas de Colette sujetaban mis manos sudorosas, ambos nerviosos a nuestra manera pero alegres de unir nuestras vidas—Dios bendice vuestro amor conyugal, y él, que os consagró un día con el santo Bautismo, os enriquece hoy y os da fuerza con un Sacramento peculiar para que os guardéis mutua y perpetua fidelidad y podáis cumplir las demás obligaciones del Matrimonio. Por tanto, os pregunto sobre vuestra intención.

T-ODD-O [REESCRIBIENDO] [+18]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora