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Punto de vista de Colette Stansonn
—¿Que acaba de pasar allí dentro?—la voz de Odd se escuchaba juzgadora.
Mierda. ¿Que le respondería?
—¿De que habla Señor?—pregunté viendo a todos lado menos a sus ojos.
—Stansonn, no dejabas de verme y estoy seguro que varios lo notaron.
—Disculpe Señor no lo miraba a usted, es solo que mi vista se quedó en un punto fijo mientras pensaba, no estaba consciente de la dirección de mi mirada.
Le mostré media sonrisa para que me creyera. JÁ, Odd tenía una cara de no me creo eso.
—Okay, ahora dime la verdad.
Tragué duro, no le diría.
—Veo que no me dirás—su actitud había cambiado a una hostil y grosera—Solo quiero advertirte que no me provocas Stansonn, deja tus intentos estúpidos para Ricardo o el que sea tu novio ahora.
¿Porque piensa que quiero provocarlo? Dios mío, que hombre más engreído. Tiene razón pero sigue siendo engreído.
—No se preocupe que usted no es mi tipo, no busco nada serio con nadie por el momento.
Mordí mi lengua, claro que el era mi tipo.
—Yo se que usted no toma nada en serio con nadie, lo tengo bien presente.
Auch. Otro golpe. ¿Acaso este hombre no dejará de echarme en cara lo qué pasó?
—Oye no me trates así.
—¿Así como?—dijo frunciendo el ceño mientras se acercaba más a mí.
—Así, como si fuera una puta que se acuesta con todo el mundo.
—¿No es cierto pues? Eso me diste a entender hace medio año.
Auch, de nuevo.
—No, preferiría más respeto de su parte Señor.
—No me puedes enamorar, acostarte con otro hombre y luego exigir respeto. Stansonn no puedo tratarte bien después de eso.
Esto se estaba poniendo intenso. Mire a mi alrededor descubriendo que no había nadie en el piso ya que todos estaban en la junta.