T-ODD-O [REESCRIBIENDO] [+18]✔️

CAPÍTULO IX

[Editado]

Punto de vista de Colette Stansonn

No podía negarlo, estaba muy nerviosa.

Llegue a la Empresa junto con Isa y Adler, cada quien fue por sus respectivos caminos.

Yo por el contrario, caminé hacia la oficina de Odd.

Me mostraré indiferente, el no me afecta en nada.

Toque suavemente la puerta y luego la abrí dándome paso dentro de su amplia oficina.

Olía a su fragancia.

No empieces Colette, debes ser fuerte.

—Buenos días—dije cerrando la puerta detrás de mí y caminando en dirección a su escritorio.

—Buenos días Stansonn, tome asiento.

Tragué duro y me senté frente a él. Me crucé de piernas y me recosté bien sobre el asiento. Quería que el supiese que no estoy nerviosa, al contrario quería ponerlo nervioso a él. No creo que sea posible pero valía el intento.

—Primero que todo, quisiera saber a donde sería trasladada mi oficina.

Odd se rió un poco. ¿Se estaba riendo de mí?

—Stansonn, estás aquí porque eres mi asistente, lo más lógico es que tu oficina esté junto a la mía.

Me quedé en silencio.

—Aunque si no eres lo suficientemente apta para trabajar en mi misma oficina, está bien, te daré otra oficina lejos de aquí. Pero solo para que sepas, podré darte la oficina más alejada posible pero no te escaparás de mí, es mi empresa y estoy en todos lados.

Se encogió de hombros mientras se recostaba en su sillón.

Claro, ahora el se está mostrando relajado, y yo claramente estoy nerviosa.

Tiene razón, puede alejarme lo más posible de su oficina pero jamás estaré alejada de él. Mierda, odio cuando el tiene el control, me molesta. ¡Dijo que no era lo suficientemente apta para esta oficina! Yo soy apta, hasta para soportarlo.

—Soy totalmente apta para quedarme en esta oficina, además, creo que tengo lo que se necesita para soportarlo Señor Wallace.

Sonrió. Maldita sea, está contento porque era lo que él quería, que yo me quedara aquí.

—Muy bien Stansonn, ya sabes que hacer.

Se levantó del sillón y rodeó su escritorio para que dar frente a mí.

Iba a ponerme de pie cuando de pronto, se inclinó hacia mí apoyando ambas manos a los lados del asiento haciendo que choque contra el respaldar.

—¿Sabes? De todas mis asistentes tú has sido mi favorita.