Capítulo 24

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ABI

Otra vez se sentía como un antes y un después. Besarnos por primera vez después de tanto tiempo cambiaba rotundamente las cosas. Hasta el aire parecía insuficiente cada vez que estábamos en la misma habitación. En cada movimiento me sentía observada y todo el tiempo sentía la necesidad de desviar la mirada hacia él para ver qué estaba haciendo. Sin embargo, me contuve la mayoría de las veces. Por momentos me sentía fatal de lo que había pasado, y por otros momentos quería que sucediera de nuevo.
Había comparado el estúpido nerviosismo por Tyler Lane con sentir mariposas en el estómago. ¡Qué equivocada estaba! El remolino que sentí en el estómago cuando Aiden y yo nos besamos, no se podía comparar con nada en el mundo. Casi que había olvidado lo que se sentía. Con el tiempo llegué a creer que no necesitaría de él otra vez, que lo que había tenido con él podría tenerlo con otra persona. Y de todas formas también me había equivocado. ¡Él era una maldita droga! Vuelves a probarla y sabes que no serás capaz de volver a vivir sin ella.
Y aquí estábamos, la droga y la drogadicta a punto de viajar juntos en la parte trasera de una camioneta.

__¡Sólo serán unos veinte minutos! __dijo la nueva amiga de Caleb antes de subirse a su camioneta.

__No mueran __Nathan sacó la lengua en forma de burla y se subió adelante junto con Caleb y Camila.

Simplemente perfecto. Aiden y yo viajando juntos en la caja de la camioneta.

La camioneta se puso en marcha, Aiden se trepó primero y luego extendió su brazo para darme la mano y ayudarme a subir. Otra vez su mirada penetrante estaba sobre mi. Evité mirarlo a los ojos y me trepé con su ayuda. Habían un par de cosas alrededor de mis pies, por lo que había poco espacio para sentarse. Aiden hizo un lugar contra la chapa que nos separaba entre los chicos y me indicó que tomara asiento. Golpeó suavemente el techo de la camioneta y ésta arrancó justo cuando se dejó caer a mi lado.
Esta vez fue imposible apartar la mirada cuando volteó a verme. Estábamos tan cerca...

__Solo esperemos que no sean secuestradores, ¿No? __bromeó en un intento de romper el hielo y me eché a reír.

__Que va, ya estoy acostumbrada __sonreí, y aunque a él no pareció hacerle mucha gracia soltó una pequeña risa__Diría que no tiene la pinta de serlo.

__Al menos tenemos quienes se preocupen si no volvemos.

__Solo espero que ese lugar valga la pena __dije con sinceridad.

Por primera vez ponía pie en otro país y en lo que me parecía el mejor resort del mundo. No podía imaginar algo mejor que ello. No teníamos mucho tiempo aquí, así que esperaba que la cascada valiera la pena para no estar pasando el rato en el hotel.

__Haremos que valga la pena __me miró con atrevimiento y no pude evitar sonrojarme.

¡Dios mío! Nunca desaprovechaba oportunidad para ponerme nerviosa.

Desvié la mirada al tiempo que una sonrisa amenazaba en aparecer en mis labios.

Mientras nos adentrábamos en la selva por un camino de tierra, lamenté no haberme puesto una camiseta. Sólo llevaba un pantalón corto y la bikini. ¿Y si un insecto me picaba?

__¿Qué sucede? __preguntó al notar que me frotaba los brazos intentando que ningún insecto se posara en mi.

__No quiero que me pique ningún insecto.

Aiden se asomó por los bordes y se inclinó hacia la ventana del copiloto.

__¡¿Tienen repelente?! __gritó.

No podía escuchar que decían desde adentro, pero Aiden volvió a su lugar con un repelente en mano.

__Lo pides, lo tienes __sonrió.

Bajo El Mismo Apellido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora