Capítulo 22

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ABI

Estaba completamente fascinada por todo. Desde el "pequeño" y lujoso avión que para mi ya era demasiado, hasta el asombroso resort junto con su gente super carismática. Nunca antes había salido de Los Angeles y mucho menos del país.
Por algunos momentos me volví a sentir ajena a la familia. Me había acostumbrado a su forma de vida diaria, pero esta era la primera vez que ponía un pie en su avión y en otro país. Para ellos era todo absolutamente normal. No se sorprendían por el lujo de la habitación, los servicios que ofrecían en el resort, ni por el bellísimo paisaje que teníamos en frente de nuestras narices.
En esas simples ocasiones, me volvía a sentir una extraña. Y aunque viajar a Mexico no suponía ningún problema para ellos, me conmovía que lo hicieran por mi.

Después de recorrer parte del lugar y de llegar tocar la blanca arena con los pies, nos dirigimos hacia el restaurante. Era de autoservicio, por lo que había que coger un plato y servirse lo que quisiéramos de la infinidad de comidas que ofrecían.

__¿Algo más? __preguntó Ashley irónicamente cuando vio los dos platos repletos de comida que trajo Nathan.

__Hay que probar de todo, así se que servirme mañana __le guiñó el ojo__Veo que no soy el único __dijo cuando Aiden y Caleb llegaron a la mesa con un plato igual de cargado que los de él.

Miré mi plato para comparar y apenas lo completaba. No estaba muy segura de que todas aquellas comidas extrañas fueran a gustarme, así que elegí un poco de pasta y una porción de pizza.

__Abi, me das pena __dijo Caleb, quien se sentaba en frente mío__Anda, coge algo de mi plato.

Me eché a reír y negué con las manos.

__No. Juro que si me quedo con hambre lo haré.

__No creo que le dure por mucho tiempo __dijo Aiden mirando el plato de Caleb.

__Ya déjenla en paz __intervino Ashley sentándose a mi lado.

__Aunque debería proteger su estómago de todo lo que beberemos hoy __dijo Nathan bajando la voz en las últimas dos palabras, cuando nuestros padres se sentaron en la mesa.

__Los escuché __dijo James regañándolo, pero luego sonrió.

__Sabes que somos unos angelitos __Nathan sonrió__Nos portaremos bien __afirmó con una mirada traviesa. Solo esperaba que estuviera en lo cierto.

* * *

Cuando regresamos a la suite para darnos un baño y prepararnos para la disco, me recosté en la cama mientras Ashley era la primera en ducharse. Había cerrado las puertas de nuestro lado de la habitación y apenas podía escuchar a los chicos, cuyas voces eran silenciadas por el agua de la ducha dejándome en completa soledad. Lo cual era más que suficiente para que volviera a pensar en Bianca. ¿Por qué había dejado que ellos ganaran?¿Por qué no pudo seguir buscando la felicidad? Yo jamás había pensado en la posibilidad de quitarme la vida. Por mas miserable que fuera, una parte muy dentro de mí, aún tenía esperanza. Y ahora se que tengo que aferrarme a esa parte, ya que tuvo razón todo este tiempo.

__Oye, es tu turno __Ashley salió del baño con una toalla cubriéndole el cuerpo y el cabello chorreando agua sobre la alfombra.

Me incorporé sobre la cama y me tomé unos segundos antes de dirigirme al baño. Me di una ducha caliente sin importar que hiciera calor, y me rasuré las piernas. Luego, mientras Ashley utilizaba el secador de pelo, yo intentaba elegir que ponerme esta noche. Indecisa, alterné la vista entre los vestidos, los zapatos, y un par de shorts. Llevé todo el verano vistiendo ropa elegante como vestidos y zapatos de fiesta, que me sorprendía estar considerando volver a usar mis atuendos de siempre.
¡A la mierda!
Cogí un short blanco y un top antes de volver a cerrar la maleta. Volví a ponerme las converse de hoy y me dirigí hacia Ashley para que me dejara secar el pelo.

Bajo El Mismo Apellido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora