01 || Vuelvo a Beacon

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Culpabilidad, tristeza, alivio, eran algunos de los sentimientos que corrían por mi interior, tenía una sensación de tranquilidad en el cuerpo al saber que ya nunca ese hombre volvería a ponerme la mano encima, pero era mi padre y lamentaba igualmente su muerte, no quería que acabara así.

— Sky — El contacto de una mano sobre mi hombro me sacó de mis propios pensamientos, me giré y me encontré con mi primo Stiles, él junto con mi tío era la única familia cercana que me quedaba.

— ¿Me sacas de aquí? — Mi voz salió desesperada, quería huir de ahí, no estaba cómoda para nada, estaba velando por un hombre que no se había portado bien conmigo nunca.

— Claro — Sonrió apenado y pasó una mano por mi espalda mientras me guiaba fuera de ese sitio.

Avisaré a papá — Asentí mientras me colocaba el abrigo y esperaba a que mi primo regresase.

— ¿Tienes hambre? — Íbamos caminando sin ninguna dirección concreta, en todo el día no había comido nada y no aguantaba más, necesitaba comer algo.

— Solo la pregunta me ofende — Sonreí al estar de nuevo con mi primo, la mejor persona que había conocido nunca, siempre me hacía reír y nunca me defraudaba.

Quiero una hamburguesa gigante y unas patatas fritas — Dije mirándolo mientras caminábamos hasta su coche.

Y tarta de arándanos con nata — Dijimos al unísono, sin duda éramos familia.

Esas horas que estuve con Stiles me di cuenta de lo mucho que había echado de menos estar junto a él, cuando éramos pequeños siempre estábamos juntos porque vivía en Beacon Hills también pero entonces papá empezó a cambiar y mi tío se empezó a dar cuenta de los moretones y mi cambio de actitud, sin embargo, Stiles si lo sabía, se lo había contado con apenas once años y fue muy difícil convencerle de que no dijera nada.

Cuando eso ocurrió, papá y yo nos mudamos a la ciudad, lejos de mi tío y mi primo, todo ese tiempo me sentí muy sola porque me obligó a estudiar desde casa y tampoco conocí a mucha gente, ese hombre sin duda me había hecho demasiado daño.

Volviendo al mundo presente, después de ese rato con Stiles los dos volvimos a mi casa, allí ya nos esperaba mi tío, en cuanto nos vio entrar por la puerta nos hizo sentarnos en el sofá frente a él.

— ¿Fue el alcohol? — Asentí con lágrimas en los ojos, me sentía fatal por mentirle pero no podía contarles la verdad, no me lo perdonarían nunca.

— Papá creo que no es el momento — Agradecí que Stiles fuera tan sensible en estos momentos y se diese cuenta que lo último que quería ahora era hablar de mi padre, el sabía todo lo que había pasado.

Tienes razón, lo siento cariño, iré a guardar las maletas al coche — Se acercó a darme un beso en la frente y como dijo, metió todas mis cosas en el maletero, que no eran muchas, de hecho, solo tenía una maleta con ropa y otra con otras cosas como libros, pinturas y demás cosas con las que me gustaba pasar el tiempo.

— ¿Alguna vez le contarás la verdad? — Me encogí de hombros ante la pregunta de mi primo.

No necesita saberlo, solo le causará más dolor, era su hermano — Adoraba a mi tío y no quería que el cargase con ese peso porque se sentiría culpable, igual que lo lleva haciendo mi primo todos estos años, no debí contárselo.

— ¿Estáis listos? — Mi tío volvió al salón y nos miró esperando una respuesta.

— ¿Vamos? — Estiré mi mano hacia Stiles y el la cogió sin dudarlo, éramos más que primos, diría que somos como hermanos, nos montamos en el coche y mi tío arrancó dejando atrás todos los malos momentos que había vivido.

Tardamos unas cuantas horas en llegar pero aquí estaba, de nuevo en el pueblo al que había extrañado tanto, frente a la casa de mi tío, sonreí al saber que aquí sería feliz, este era un hogar de verdad, mi primo insistió en cargar con mis cosas hasta mi habitación y cuando entré ese aroma familiar que tanto me gustaba se instaló en mis entrañas.

— Sigue exactamente igual — Dije mirando mi habitación, sonreí mientras me sentaba en el borde de la cama y miré la foto que había sobre la mesita, salíamos Stiles, mi tía, mi tío y yo.

Se lo que se siente Sky, con el tiempo te acostumbrarás y bueno siempre estaremos para ti — Asentí a las palabras de Stiles y nos abrazamos, él se fue a su habitación y yo busqué el pijama y me metí bajo las sábanas, necesitaba desconectar y dormir.

Esa noche dormí bien en comparación con lo mal que dormía cuando vivía con papá, siempre tenía miedo a que pasase y por fin descansé tranquila, sin preocupaciones, solo el hecho de que aquí tenía que empezar una nueva vida, realmente todo sería nuevo para mí, vivir con papá había sido como estar dentro de una burbuja.

Salí de la habitación aún en pijama y con el pelo hecho un lío y bajé a la cocina para tomar el desayuno, estaba por probar lo que me había hecho cuando escuché el timbre y fui hasta la puerta principal para abrir, de espaldas a mí había un chico que reconocía perfectamente, Scott.

— ¿Hola? — Pregunté llamando su atención, el chico se giró y me miró sorprendido con una sonrisa, nos abrazamos y los dos entramos en casa.

— ¡Stiles! — Grité mientras volvía a la cocina a por mi tazón con cereales, Scott mientras me decía lo mucho que había cambiado desde la última vez que nos habíamos visto.

— ¿Qué haces aquí colega? — Preguntó mi primo llegando a la cocina, Scott se encogió de hombros.

Tenemos que acabar el proyecto de biología Stiles — Dijo haciendo muecas raras, miré a ambos con el ceño fruncido y me fui a mi habitación mientras me reía por lo raros que eran los dos.

Durante toda la mañana estuve guardando mi ropa en el armario y personalizando un poco más mi habitación con las cosas que había traído, en ese tiempo los escuchaba hablar de cosas sin sentido y pensé de nuevo lo raros que eran, que realmente siempre habían sido, pero cada día más, sonreí negando y cuando terminé me fui a la ducha y salí con una toalla alrededor del cuerpo.

— ¡Scott no es una broma! ¡Mira! — Escuché el grito de mi primo al salir del baño y me acerqué a la puerta de su habitación, estaban hablando sobre algo, no entendía muy bien que decían, solo algo sobre que habían mordido a alguien y cosas realmente descabelladas.

— Stiles es imposible — Escuché a Scott decir, la curiosidad me estaba matando pero sabía que tarde o temprano descubriría que estaban tramando esos dos.

𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋  (ISAAC LAHEY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora