Sky estaba especialmente relacionada con el misterioso pero mágico pueblo de Beacon Hills.
Stiles Stilinski era la única familia que le quedaba, se mudó de nuevo al tenebroso pueblo y todo cambió, cuando conoció a ese lobo, Isaac.
El personaje princ...
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Estaba nerviosa, bueno de hecho todos lo estábamos porque mi tío estaba a punto de llegar y de ver a la mujer de su hermano que había muerto hace diecisiete años mientras yo nacía, sin duda vamos a matarlo de un paro cardíaco.
— Ha llegado — Informó Isaac, y justo segundos después entró por la puerta y se quedó confuso al vernos ahí a todos.
— ¿Qué pasa Stiles? ¿Sky? — Preguntó esperando por una respuesta mirándonos.
— Siempre dices que Scott y yo estamos metidos en problemas, casualmente en todos los asesinatos que han pasado en este último año, los hombres lobo y otras criaturas existen, Scott, Isaac y Derek lo son, Lydia es una banshee, Deaton es como un guía de los sobrenatural, lo sabe todo y Sky es un ángel, y eso es todo, ah, se me olvidaba, Jackson es una kanima — Stiles miró a su padre esperando su respuesta pero solo miraba a su hijo con las cejas levantadas.
— Es cierto tío — Hablé yo por primera vez, menos mal que mamá estaba en otra esperando a que la llamásemos.
— ¿Entonces tu que eres? — Preguntó mirando a su hijo.
— Solo Stiles — Sonrió mi primo.
— Así que.. todos menos mi hijo sois una criatura sobrenatural — Asentimos a sus palabras y se cruzó de brazos mirándonos.
— Hay una cosa más que tenemos que contarte papá — Dijo mi primo, y sabía que era la hora.
— Mamá está viva — Dije rápido mirando a mi tío, ahora sí, estaba mirándome con la cara desencajada.
— Greta puedes salir — La llamó Deaton y mi madre apareció, a mi tío se le llenaron los ojos de lágrimas y se acercó a ella.
— Te he echado de menos sheriff — Sonrió mi madre y se acercó para abrazarlo.
— Greta — Susurró mi tío mientras la abrazaba y lloraba en silencio.
— Reviví a mamá cuando entré en un especie de trance y volvió con la edad con la que murió, veinticinco, por eso está tan joven — Dije mirándolo, el asintió confuso y volvió a mirar a mamá alegre.
— Necesito asimilar todo esto, chicos nos vemos en casa, y tu también Greta — Los tres asentimos como si fuese el padre de todos y se fue a casa.
