𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 (ISAAC LAHEY)

12 || Un beso inocente

•──•─•──•✦•──•─•──•

•──•─•──•✦•──•─•──•

Habían pasado un par de semanas desde que todo se había calmado, o al menos eso creía, la investigación sobre mi padre seguía abierta a pesar de no haber encontrado nada, nosotros estábamos seguros que seguía vivo y que tarde o temprano intentaría algo contra mí. Con Isaac las cosas iban de maravilla, estábamos mejor que nunca, nos pasábamos el día en su casa solos, ese sitio también se convirtió en el lugar de encuentro entre todos cuando teníamos que hablar sobre algo sobrenatural.

— Se te cae la baba — Stiles se sentó a mi lado en las gradas del campo de lacrosse e imitó lo que una vez le había dicho respecto a Lydia.

— Cállate — Respondí de vuelta mientras lo miraba riéndome, estaba a punto de empezar el partido y ya todos estaban preparados para jugar, excepto mi primo que se fue a sentar al banquillo, a mi lado se sentó Lydia y también llegó Alison con su padre.

Íbamos bien, ganando por goleada, Scott y Isaac no paraban de marcar y el entrenador estaba como loco de contento hasta que un chico del equipo contrario cogió carrerilla y se abalanzó contra Scott tirándolo al suelo, juraría que incluso pude escuchar como se rompía una pierna, el entrenador y todos los de su equipo corriendo hacia donde estaba él y se quedaron a su alrededor.

— Ha sido un golpe duro — Dijo el padre de Alison.

Miré de nuevo al campo y se estaban llevando en camilla al moreno, Stiles se fue con él hacia la enfermería y reanudaron el partido, a penas quedaban cinco minutos cuando ese tío volvió a hacer lo mismo pero esta vez contra Isaac, el rubio se levantó y miró en mi dirección, sus ojos, mierda estaban amarillos y estaba segura que perdería el control si no se relajaba.

— Isaac está llamando la atención — Susurró Lydia a mi lado y asentí nerviosa mirando al rubio de nuevo, Isaac estaba destacando más de lo habitual y eso estaba levantando sospechas, incluso estaba superando las jugadas de Scott.

El partido finalizó y nuestro equipó ganó pero Isaac se fue corriendo a los vestuarios, me levanté de las gradas en cuanto vi al señor Argent salir detrás de él, le había perdido de vista y continué el camino hacia dentro, estaban todas las luces apagadas en los pasillos y tampoco había un rastro de luz en los vestuarios.

— ¿Isaac? ¿Estás aquí? — Susurré cuando atravesé la puerta.

No se escuchaba nada, cuando avancé un poco vi que los cristales del espejo estaba roto, escuché como se cerraba la puerta y me di la vuelta asustada, retrocedí hasta que choqué con la pared de las duchas y de la nada alguien me cogía la mano y tiraba de mí hacia un lado, estaba a punto de gritar hasta que vi que era Isaac, lo miré con cara de poker y me hizo una señal para que guardara silencio.

— El padre de Alison, viene hacia aquí — Miré nerviosa a Isaac y por un momento ninguno de los dos sabíamos que hacer, me tomé un momento para respirar y pensar en algo, estaba segura de que el señor Argent no haría nada estando yo presente, así que solo se me ocurrió una cosa.

De un momento a otro di un salto y enrollé las piernas en la cintura del rubio, él pasó las manos por debajo de mis muslos y me miró con cara de estas loca, le dije que se callase y junté nuestros labios durante unos segundos, el tiempo necesario para que el padre de Alison entrara y nos viera así, al escuchar su el carraspeo de su voz me bajé de los brazos de Isaac haciéndome la sorprendida.

— Que vergüenza.. siento que haya visto eso señor Argent — Hablé mirándole con mi mejor cara de niña inocente.

— Te dije que no era el momento.. — Susurró Isaac lo suficientemente alto para que él lo escuchara también.

— Estaba buscando a Scott, ya me voy, ten cuidado Sky — El hombre miró de arriba abajo a Isaac y por último a mí sin ese reflejo de amenaza que desprendía y se fue dejándonos solos de nuevo.

— ¿De qué iba todo eso? — Isaac me miraba más que confundido.

— Acabo de evitar que ese cazador te matase lobito — Dije con una sonrisa mientras pasaba una mano por su hombro y daba pequeños toques y el rubio puso una expresión de oh, ya lo entiendo.

Isaac recogió sus cosas y se cambió de ropa mientras yo esperaba aburrida sentada sobre uno de esos bancos, cuando lo hizo salimos y nos encontramos con Stiles y Lydia en la entrada del instituto, parecían estar nerviosos por algo, nos miramos el uno al otro con el ceño fruncido y aceleramos el paso hasta ellos.

— ¿Por qué tenéis esas caras? — Preguntó Isaac.

— El padre de Alison se ha llevado a Scott y también a Jackson — Respondió Lydia mirándonos nerviosa, vaya noche, ahora si que teníamos problemas de verdad.

— Llevaos mi coche, Stiles y yo iremos a su casa, vosotros id a buscar a Derek — Lydia me pasó las llaves de su coche, ellos se fueron en el jeep de mi primo y nosotros nos montamos en el de la pelirroja.

— ¿Esto es peligroso verdad? — Pregunté mientras metía la llave y arrancaba el coche, Isaac me miró unos segundos y asintió, cerré los ojos un segundo y nos pusimos en marcha hacia el bosque, tardamos casi veinte minutos en llegar y cuando lo hicimos Isaac llamó al lobo desde el porche de la casa.

— Tenemos que encontrar la manera de sacarlos de ahí — Dije mirando al rubio, en ese momento por la puerta salió Derek y nos miró con cara de pocos amigos, se cruzó de brazos y esperó a que habláramos.

— El señor Argent se llevó a Scott — Dije rápido y él frunció el ceño mirándonos.

— ¿Cuándo? — Preguntó.

— En cuanto acabó el partido y nos enteramos vinimos aquí — Dije abrazándome a mí misma por el frío que empezaba a hacer.

— ¿Y por qué a ti no te hizo nada? — Derek miró al rubio y él a mí, se quitó la sudadera y me la pasó por los hombros.

— Sky estaba conmigo cuando entró al vestuario, creo que no lo hizo porque estaba conmigo — Respondió el rubio y asentí mirando al otro hombre lobo.

— Si se lo ha llevado debe de estar torturándole, pueden ser capaces de cualquier cosa — Dijo Derek con cara de pocos amigos.

— ¿Por qué hablas en plural? — Preguntó Isaac.

— Porque toda su familia pertenece a un antiguo grupo de cazadores, incluida la madre, así que si no queremos perder a Scott más nos vale ponernos en camino — Derek nos dejó asustados, al menos a mí, el se fue a su coche y nosotros volvimos al de Lydia, arrancamos y le seguimos los pasos al de ojos verdes.

— ¿Cómo de mal puede salir esto con una casa llena de cazadores? — Pregunté manteniendo la vista en la carretera.

— No tengo mucha experiencia pero creo que bastante mal — Dijo con ironía, apreté el agarre en el volante y suspiré pensando en todo lo que podría pasar.