Sky estaba especialmente relacionada con el misterioso pero mágico pueblo de Beacon Hills.
Stiles Stilinski era la única familia que le quedaba, se mudó de nuevo al tenebroso pueblo y todo cambió, cuando conoció a ese lobo, Isaac.
El personaje princ...
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— ¡Estoy super orgullosa de ti! — Me acerqué a Isaac y me miró con admiración, sonrió y se quitó el casco para dejar un delicado beso en mis labios.
— ¿No tengo ninguna recompensa por haber ganado? — Preguntó con la voz ronca y le miré con los ojos abierto, soltó una carcajada y me besó en la cabeza.
— Scott puede oírnos idiota — Señalé al moreno que nos miraba divertido, si, sin duda lo había escuchado.
— ¿Y qué? ¿El no tiene sexo con Alison? — Se encogió de hombros restándole importancia, en cambio yo, estaba avergonzada, roja como un tomate.
— Mejor vete a la ducha, apestas — Indiqué con la cabeza los vestuarios y me miró fingiendo estar ofendido, se fue y yo me fui al de mujeres donde ya estaban todas las chicas.
Me di una ducha rápida y me cambié, me maquillé un poco en el espejo que tenía en la taquilla y esperé a que mis amigas terminaran para salir de ahí e ir a celebrar con los chicos el partido.
— No puede ser — Dijo Lydia y la miré preocupada, cuando vi que era lo que le pasaba me reí y le dije que tenía un labial del tono que necesitaba en la otra taquilla donde los libros.
— Ahora te lo traigo — Dije mientras salía del vestuario y caminaba por los vacíos pasillos del instituto, había muy poca luz y eso me estaba dando mal rollo, abrí rápido la taquilla y cogí el pinta labios que Lydia quería.
— No deberías andar sola — Me sobresalté al escuchar la voz de Kate Argent a mis espaldas y la miré con miedo, la última vez casi se carga a mi novio, no quiero que me puede hacer a mí que soy humana.
— ¿Qué quieres? — Pregunté sin apartar la mirada de ella.
— Uh, que atrevida — Rió mientras se acercaba más a mí y yo retrocedía por el pasillo.
— Por favor no me hagas daño — Supliqué mirándola.
— ¡Eso es patético Sky! — Gritó cabreada.
Me di la vuelta y eché a correr de nuevo a los vestuarios, estaba a punto de llegar cuando me alcanzó y me tiró al suelo, chillé lo más alto que pude pero rápido me tapó la boca y empecé a llorar, esta mujer estaba loca y va a matarme.
— Si gritas te arranco la lengua — Me amenazó y asentí aterrada, me obligó a levantarme y cuando estaba sacándome del instituto Scott apareció y me apartó de ella, la mujer nos apuntaba con una pistola a ambos, mi amigo me susurraba que me fuese pero si echaba a correr ahora lo más probable era que me disparara.
