Capítulo 5

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Los toques en la puerta la despertaron, levantó la vista para ver si su compañera se dignaba siquiera a abrir un ojo, pero nada pasó, así que como vio que Sango tampoco hizo el mínimo intento por despertarse, ella misma lo hizo, vio que la ropa de ella ya estaba en el clóset y aún así sobraba mucho espacio, rolo los ojos al recordar el maldito escándalo que había hecho para nada durante el día anterior, abrió la puerta sin arreglarse, con el cabello despeinado y la pijama mal puesta, Bankotsu era el que estaba allí con una sonrisa de lado, sosteniendo entre sus manos la falda y la camisa del uniforme debidamente doblada, la chica le sonrió y abrió totalmente la puerta para dejarlo pasar, él de nuevo no pudo evitar ver las curvas que Kagome tenía bajo la pequeña pijama pero esta vez no enrojeció, más bien, sonrió de placer al encontrarla vestida así, ella dio media vuelta para caminar al baño y Bankotsu avanzó detrás de ella.

Bankotsu: ¿Te das cuenta que tienes clase en menos de media hora?

Kagome: ¿Qué? *Sorprendida* Diablos, olvide por completo ver los horarios en la computadora…

El moreno terminó de entrar a la habitación para poner el uniforme sobre la cama, él ya estaba listo para asistir a clases, le dio mucha risa cuando vio a Sango dormida con la boca abierta, la sábana desarreglada y uno de sus pies fuera de ella, parecía casi inerte.

Bankotsu: Me tomé el atrevimiento de verlos por ti, compartimos muchas materias juntos sabes... ¿Nos vamos juntos a clases?

Kagome: No necesito que…

Pensó mejor lo que iba a decir, Bankotsu había mostrado ser muy bueno con ella el día anterior, le ayudó y ahora sí reconocía que tal vez necesitaría ayuda para enfrentarse al resto de chicos del internado, hasta ahora la única que había puesto en su lugar era Sango.

Kagome: Gracias Bankotsu *Sonrió* Espérame a que me arregle.

Bankotsu se sorprendió al notar que en menos de 15 minutos, Kagome ya estaba lista, generalmente las chicas demoraban horas arreglándose, pero ella no necesitaba mucho, era hermosa incluso sin maquillaje y eso le gustó.

Bankotsu: ¿Nos vamos? *Acercándose la mochila*

Kagome: Si…

??: Espera… antes de que te vayas… *Avergonzada*

Tanto Kagome como Bankotsu giraron su cabeza para ver a Sango, que se acababa de levantar y trataba de acomodar su cabello mientras se ponía de pie y se arreglaba la pijama.

Sango: No es muy propio de mi pedir disculpas… *Empezó a decir dudosa* Pero ya que compartiremos habitación durante un año completo y ayer me pusiste en mi lugar… creo que será mejor hacer las pases…

Los tres guardaron un largo silencio, Kagome más seria que nunca, Sango nerviosa sin saber qué más decir y Bankotsu con una gran sonrisa que no hacía más que ponerla nerviosa.

Bankotsu: ¿Y bien?

Sango: ¿Bien que? Ahora es cuando ella debe darme esa cosa a la que le llaman abrazo y diciéndome que me perdona…

Bankotsu: No has terminado de pedir disculpas, hazlo bien… *Sonríe*

Sango cruzó los brazos y rolo los ojos, Kagome seguía inmóvil, el nerviosismo y la desesperación de Sango por querer salir de esa incómoda situación subió aún más.

Sango: ¿Me perdonas?

Kagome: Piensa una mejor manera para hacerlo, porque se nota que no tienes amigos por esa patética actitud que tienes.

Sango: ¡¿Que no tengo amigos?! *Molesta* ¿Qué me dices de ti? Todos aquí te odian.

Kagome: Tengo a Bankotsu *Seria* Con él me basta y me sobra. Si querés que te perdone tendrás que hacerlo mejor que eso, me voy a clases.

Pobre Chica RicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora