Capítulo 23

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Kagome: ¡Y no pasa nada! *Gritó defendiéndose* Un beso no significa nada.

Bankotsu: ¡Tal vez no pero esto salió por todos lados según lo que veo! *Enojado* ¡¿Por qué no me dijiste que se habían besado?!

Kagome: Tus celos empiezan a hartarme Bankotsu.

Su voz se había vuelto fría y casi desinteresadamente lo vio a los ojos con desdén, Bankotsu apretó la revista en las manos furioso mientras las otras dos solo se veían entre sí asustadas.

Bankotsu: ¿Es lo único que vas a decir? ¿Que mis celos te hartan? 

Kagome: A penas empezamos con esto y no me dejas tranquila con el pinche asunto de Sesshomaru ¿Te tengo que recordar siempre el maldito testamento? Cuando aceptaste andar conmigo ya lo sabías y aún así te metiste conmigo así que lo diré solo una vez si no quieres que esto termine *El moreno apretó la mandíbula enojado* A los ojos del mundo fuera de este pinche colegio yo soy la prometida de Sesshomaru Taisho y te guste o no, estoy obligada a hacer cosas que no quiero por ese papel, si no te gusta, allí está la puerta.

Sango y Yura abrieron la boca de la impresión al escucharla y Bankotsu se limitó a seguir apretando la revista con odio sin dejar de verla, dio un par de pasos al frente, tomó su pantalón y camisa del suelo y sin decir nada más, salió de allí hecho una furia mientras Kagome cruzó los brazos sin poder canalizar el poco autocontrol que le quedaba. El solo hecho de mencionar a Sesshomaru en la conversación le ponía los pelos de punta desde ayer y Bankotsu no hacía más que darle y darle vueltas al nombre otro que empezaba a hacer estragos dentro de su cabeza y para más joder, ahora estaba la gran noticia en todos lados por culpa de los medios…

Yura: ¿Por qué se besaron?

Kagome: *La sacó de sus pensamientos* Presión social, todos el mundo se puso a gritar que nos besaramos, no hay otra razón en particular.

Sango: Entonces no te pongas a la defensiva y trata de entender a Bankotsu, eres su segunda novia formal y no le gusta saber que tiene que compartirte con ese sujeto.

Kagome: Pero ya le había explicado lo del testamento *Roló los ojos* Hay cosas que tengo que hacer.

Sango: Besar a Sesshomaru por presión social no es una de ellas.

Kagome: Lo es si estás en medio de una cena formal con ejecutivos y accionistas que además son socios de papá.

Yura: Solo fue un beso Sango, yo entiendo a Kag, Bankotsu no debería ponerse así.

Sango: Entonces haz lo que quieras *Cruzó los brazos* Hoy nos espera un día horrible Yura.

Yura: ¿Por qué? *Sorprendida*

Sango: Aquí todo el mundo ama a Bankotsu y van a odiar a Kagome cuando sepan que anda con dos a la vez.

Yura: Cierto…

Kagome: Creí que se habían deshecho de todas las revistas y periódicos…

Yura: No de todos… en los demás campus no alcanzamos a llegar.

Sango: Pero es poco probable que los del nuestro se enteren, así que por ahora no te preocupes.

Kagome: ¿No que no se enterarían?

Kagome cruzó los brazos antes de tomar el almuerzo cuando vio al centenar de estudiantes en la cafetería con un montón de revistas y periódicos con ella y Sesshomaru de portada, la primera en llegar a donde ella con la cara más furiosa que nunca fue Kagura, tiró la revista sobre la mesa impidiéndole empezar a comer y viéndola con odio.

Kagura: ¡Explícame esto ahora mismo!

Kagome: Nos besamos *La vio a la cara* No teníamos opción.

Pobre Chica RicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora