Damien esparció con parsimonia las telas negras que iban a formar parte de la decoración del pasillo, las telas se enredaban entre sí y formaban formas que con las luces negras crearían formas siniestras en las paredes. El chico se mostraba pensativo e irritado. Le molestaba de sobremanera no haber besado a Wenner cuando tuvo la oportunidad, justo antes de que su hermana tocara a la puerta, y luego en el sofá también estuvo tentado de hacerlo pero ella posó la cabeza sobre su hombro y se pasaron todo lo que quedaba de película así y no era que a Damien le desagradase es que cada vez que la miraba sentía que quería más, quería que le hablara de cualquier cosa, que le sonriese y que se mostrara enfadada porque a Damien le encantaba su cara al enfadarse, quería todo eso y también quería sentir sus labios contras los de ella, lo ansiaba cada minuto del día. Rabiaba por besarla.
- ¿Se puede saber qué haces, tío? - Damien despertó de su ensoñación al escuchar la voz de Louis.
Louis lo miraba como si se hubiera vuelto loco, y Damien no entendió esto hasta que se percató de que las telas se le habían terminado y aún así seguía haciendo el mismo gesto mecánico. El chico suspiró y miró a Louis entrecerrando los ojos, como desafiándolo a decir algo.
- ¿Pensando en Wenner? - Le preguntó socarrón mientras sonreía de forma maliciosa.
Damien hizo una mueca de desagrado, no le gustó nada que Louis la llamara cómo la solía llamar él, ya era como algo... ''¿íntimo?'' pensó Damien pero sacudió la cabeza y miró a su mejor amigo.
- No, no estaba pensando en ella - replicó con sequedad - y a ver si dejamos de meternos en los asuntos de los demás.
- Lo que tu digas, tío - le dijo Louis con un deje de advertencia en la voz - pero recuerda que mañana haces cuatro semanas, sino consigues nada me debes cuatrocientos pavos.
- Tranquilo, tengo un plan para esta noche - aseguró el rubio con una sonrisa - lo tengo todo controlado.
Damien decía la verdad, tenía un plan pasa esa noche. Louis le sonrió dándole una palmada en el hombro y volvió al sótano donde estaba colocando las bolsas y bolsas de golosinas en una mesa enorme, ese era parte del premio para quién lograse llegar, la otra parte eran regalos. Damien, Aeris, Beth, Louis y Johanna habían ido a comprar las golosinas con el dinero de la cafetería del instituto y fue bastante curioso porque esa tarde Damien y Wenner se hicieron inseparables, donde iba Aeris estaba Damien y donde iba Damien estaba Aeris, hablaron todo el tiempo. Cada vez que Aeris le hablaba Damien sentía una especie de revoloteo en el estómago pero no le hacía mucho caso a este efecto y tampoco le preocupaba que le sudasen las manos cuando ella le sonreía o que la respiración le fallase y el corazón se le desbocara cuando ella lo tocaba. ''¿Podría ser que ella me... gustara?'' ''¡pero en qué demonios piensas!'' se gritó a sí mismo. Damien caminó por el pasillo hasta llegar al interruptor y comprobó si las luces negras funcionaban como era debido.
- ¡Damien! - gritó una voz a su espalda y antes de que pudiera girarse, su hermana le saltó encima. - ¡la planta baja ya está terminada!
- Aquí arriba también está todo - dijo intentando zafarse del abrazo letal de Beth - oh, Beth quieres bajarte de mi espalda o voy a tener que amenazarte con borrarte la última temporada de ''sexo en nueva york'' que tienes en tu ordenador.
- No te atreverías - dijo su hermana con cautela.
- ¿Quieres apostar algo? - respondió Damien con una sonrisa.
Beth se bajó de un salto de la espalda de su hermano, y Damien pudo ver como Wenner se reía, Damien carraspeó no tenía ni idea de que ella estuviera allí. Aeris tenía las mejillas enrojecidas por subir las escaleras intentando seguir el acelerado ritmo de Beth y Damien no pudo evitar pensar que se veía realmente adorable. Su hermana dándole un fuerte codazo en las costillas entró en el cuarto donde se encontraba Louis argumentando que iba ayudarle mientras se alejaba, Damien la fulminó con la mirada mientras se palpaba las costillas afectadas.
ESTÁS LEYENDO
Cómo la llama de una vela (editando)
Teen FictionCada persona busca calidez, a la gente le atrae el fuego y tú, tú eres cómo la eterna llama de una vela. (Presentación de personajes y trama en el prólogo *.*)