Cómo la llama de una vela (editando)

Capítulo 10: Especial de Lily.

Miró de nuevo su móvil y sonrió al leer el mensaje de Aeris ''¡suerte en tu primer día!´´ por esas cosas Aeris Wenner era su mejor amiga, se había levantado temprano a pesar de que ella no tuviera que ir a la escuela para mandarle ese mensaje. Sonrió y siguió caminando. Lily era una chica alta y esbelta, tenía el pelo rojizo y ojos oscuros y siempre le habían dicho que era guapa pero no era muy femenina, siempre había intentando ser como Aeris pero nunca duraba eso de las ropas claras y los modales delicados. Se apoyó en el muro a esperar a Mia y Bianca que eran las que solían llegar primero. Fue entonces cuando lo vio, todas las mañanas lo veía pasar; Damien Evans. Iba con su hermana Bethanie y su amigo Louis, se reía y trataba de darle un golpe a Louis, su pelo dorado relucía con el sol y sus ojos amabarínos contenían una curiosidad innata. 

- Hola - escuchó a su lado, la voz provenía de Damien. 

- Ho-hola - confundida lo miró, estaba a unos cuántos pasos de ella, su hermana y su amigo lo esperaban frente a la puerta y él le sonreía. 

Era la primera vez que la saludaba y no sabía qué hacer, ni que decir, estaba confusa y no podía creerse lo que acababa de pasar ¡Damien Evans la había saludado! estuvo el resto del día en las nubes, trataba de verlo por los pasillos cosa que consiguió y él la miraba y sonreía, Lily se armó de valor y cuando salieron del instituto pasó frente a él y balbuceó un ''Adiós´´ Damien sonrió y le contestó un simple ''hasta mañana´´ Desde que se alejaron de allí, Eve le preguntó por ese arrebato y les contó a sus amigas lo que había pasado esa mañana antes de que ellas llegaran, las chicas asintieron no muy convencidas pero no dijeron nada más, la única que tuvo algo que objetar fue Aeris.

- No me gusta - dijo tomando una cucharada más de helado.

Estaban sentadas en la cama de Aeris, cada una con un cuenco de helado de vainilla, en la pequeña tele plana estaba en pausa una peli romántica que estaban viendo. 

- ¿Por qué no? - preguntó Lily, Aeris solía pensar que su amiga era demasiado inocente.

- ¿No te has preguntado el por qué te saluda ahora y no antes? 

- Será que se habrá fijado en mí - lo dijo sin parecer egoncéntrica, ni creída. Lily decía lo que pensaba. 

- ¿Has oído lo de las apuestas? - le preguntó su mejor amiga intentando que se diera cuenta. 

- Sí, lo he escuchado pero tambien he escuchado que son rumores falsos así que no hay de qué preocuparse - le aseguró la pelirroja con una sonrisa. 

- Sigue sin gustarme - comentó Aeris negando con la cabeza - pero confío en tu buen juicio.

Siguieron viendo la comedia romántica pero Lily no podía sacarse de la cabeza la creída sonrisa de Damien y su descarada mirada ambarina, era un poco arrogante hasta en la forma de caminar pero... No podía ser tan malo ¿Verdad?

Al día siguiente pasó casi lo mismo, se saludaron a la entrada con excepción de un pequeño cambio, Damien la esperó en el recreo, ella estaba con las chicas cuando él le preguntó si quería comer con él, Lily no pudo evitar mirarlo sorprendida pero asintió sin ocultar una sonrisa, se sentaron en el césped y Damien comenzó a comer unos buñuelos mientras que Lily se entretenía jugando con las migas de pan de su sandwich.

- ¿Por qué has empezado a hablarme ahora? - preguntó ella de zopetón recordando las palabras de Aeris.

- Porque me gustas -  Damien no parecía contrariado, ni siquiera un poco confuso, la miró como si se estuviera esperando esa pregunta - un día te vi, me gustaste y te hablé. ¿Es un delito? 

- No, claro que no - negó ella - pero me parece un poco extraño. 

- ¿Te hago sentir incómda de alguna forma? - preguntó Damien sentandose más cerca de ella.