Damien tiró la mochila sobre su mesa, le tocaba Historia, toda una tortura a segunda hora, sabía que a Aeris le tocaba Biología pero como estaba con Lily se conformaría con una tímida sonrisa y una mirada tierna cada vez que pasaba por su lado. Louis se quedó hablando con Beth quién estaba en la misma clase que ellos y Damien le dio una palmadita en el hombro a modo de aviso y salió del aula al pasillo. Era uno de esos días que hacía frío por la mañana, era un día nublado y las nubes amenazaban con comenzar a llover sin parar, la brisa que entraba por los ventanales abiertos hacia que se estremeciera, así que Damien esquivó a la gente hasta llegar a las ventanas y las cerró. Justo en ese momento se dio la vuelta y vio a Aeris caminar por el pasillo pero... Algo andaba mal, muy mal; Aeris miraba al suelo, y apretaba las manos con fuerza, Lily tenía una mano rodeándole los hombros y hablaba con ella mientras caminaban ''¿Tendrá algún problema?'' pensó Damien caminando hacia ellas ''¿Le habrá pasado algo?'' ''¿Está bien?'' Lily fue quien lo vio primero y sonrió, sonrió de esa forma que Damien sabía que significaba que se había salido con la suya.
- ¿Wenner? - preguntó cuando llegó a su altura - ¿Estás bien?
La chica pareció tensarse al escuchar su voz y bajó aún más la cabeza y cerró con más fuerza los puños, Damien comenzaba a inquietarse, el estómago se le revolvía en un nudo que no sabía apaciguar, sabía que Lily había hecho algo pero no sabía el qué, ni su magnitud pero le destrozaba ver a Wenner así, tan desganada, tan... Derrotada. Se veía como siempre, su melena sujetada por una diadema azul, llevaba una falda color pastel y una camiseta blanca de manga larga y con pinta de ser abrigada. pero no mostraba su rostro.
- Aeris, mírame - pidió Damien asustado.
- Dejala en paz - espetó Lily acercándola más a ella - Ya está, has perdido.
Damien no entendió la finalidad de la frase pero no le importaba, la persona que más le importaba estaba frente a él y no comprendía qué sucedía.
- Wenner, mírame, por favor - pidió Damien con más ahínco.
- Déjame tranquila, Damien - le dijo en un susurro, su voz sonaba estrangulada como si quisiese esconder su ganas de llorar.
- ¿Estas llorando? - advirtió Damien preocupado.
Esta vez, le importó bien poco que Lily estuviera ahí, dio un paso hacia ellas y apartó el brazo de Lily para sujetar a Wenner por los hombros y acercarla a él, Lily decía algo con la voz alzada a un lado pero Damien solo escuchaba y miraba a Wenner lo demás le importaba bien poco. Aeris parecía poco dispuesta a estar cerca de él e intentó zafarse. Damien la sostuvo bien y le alzó el rostro con una mano, situándola bajo la barbilla. De pronto su mundo pareció detenerse cuando vio las lágrimas caer de sus ojos azules, como si el mar se hubiera desbordado. Aeris tenía las mejillas rojas y los labios apretados en una fina línea, con las lágrimas cayendo sin parar.
- ¿Qué te pasa? - sin importarle lo reacia que parecía ella la abrazó con fuerza, no soportaba verla así y de pronto ella pareció destensar su cuerpo por un sengundo y aceptar el abrazo pero luego volvió a intentar escapar. - Dime lo que pasa, porque no tengo ni idea y estoy preocupado.
Y por primera vez, Aeris perdió la paciencia ¿cómo se atrevía a decirle que estaba preocupado cuando ella era una de sus apuestas? se había enamorado como una idiota de él, sabiéndo como es y eso la enfureció tanto con ella misma como con él y sin pensarlo alzó su mano y la estrelló contra la mejilla del chico con un sonoró golpe que hizo que Damien girase la cabeza y abriera los ojos desmesuradamente, fuera empezó a caer una fina lluvia, y se podían oír las gotas caer ya que todos los alumnos del pasillo miraban la escena sin emitir ningún ruido. Damien soltó a Aeris, sorprendido e iba a decirle algo cuando Lily se la llevó de allí.
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Cómo la llama de una vela (editando)
Dla nastolatkówCada persona busca calidez, a la gente le atrae el fuego y tú, tú eres cómo la eterna llama de una vela. (Presentación de personajes y trama en el prólogo *.*)